El Segundo Libro de Moisés

Exodo


Los israelitas esclavos en Egipto


1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob, cada uno con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 Todas las personas descendientes directos de Jacob eran setenta. José ya estaba en Egipto.

6 Murieron José y sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Pero los hijos de Israel fueron fecundos y se hicieron muy numerosos; se multiplicaron y llegaron a ser muy poderosos. Y la tierra estaba llena de ellos.

8 Después se levantó un nuevo rey en Egipto que no había conocido a José, el cual dijo a su pueblo: 9 "He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y fuerte que nosotros. 10 Procedamos astutamente con él para que no se multiplique; no suceda que, en caso de guerra, también se una a nuestros enemigos, luche contra nosotros y se vaya del país."

11 Entonces les impusieron jefes de tributo laboral que los oprimiesen con sus cargas, y edificaron para el faraón las ciudades almacenes de Pitón y Ramesés. 12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y se propagaban, de manera que los egipcios se alarmaron a causa de los hijos de Israel. 13 Entonces los egipcios los hicieron trabajar con dureza, 14 y amargaron sus vidas con el pesado trabajo de hacer barro y adobes, aparte de todo trabajo en el campo; y en todos los tipos de trabajo les trataban con dureza.

15 También el rey de Egipto habló a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra y la otra Fúa, y les dijo:

16 -Cuando asistáis a las mujeres hebreas a dar a luz y veáis en la silla de parto que es niño, matadlo; pero si es niña, dejadla vivir.

17 Pero las parteras temían a Dios y no hicieron como el rey de Egipto les mandó, sino que dejaban con vida a los niños varones. 18 Entonces el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo:

-¿Por qué habéis hecho esto de dejar con vida a los niños varones?

19 Las parteras respondieron al faraón:

-Las mujeres hebreas no son como las egipcias. Ellas son vigorosas y dan a luz antes de que llegue a ellas la partera.

20 Dios favoreció a las parteras, y el pueblo se multiplicó y se fortaleció muchísimo. 21 Y sucedió que, porque las parteras tuvieron temor de Dios, él también les dio a ellas su propia familia.

22 Entonces el faraón mandó a decir a todo su pueblo: "Echad al Nilo a todo niño que nazca, pero a toda niña conservadle la vida."

El niño Moisés en la corte del faraón



2 Cierto hombre de la tribu de Leví tomó por esposa a una mujer levita. 2 Esta concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses. 3 No pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo. 4 Su hermana se mantuvo a distancia para ver lo que le acontecería.

5 Entonces la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse. Y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del Nilo, ella vio la arquilla entre los juncos y envió a una sierva suya para que la tomase. 6 Cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo:

-Este es un niño de los hebreos.

7 Entonces la hermana del niño preguntó a la hija del faraón:

-¿Iré a llamar una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?

8 La hija del faraón respondió:

-Vé.

Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del niño. 9 Y la hija del faraón le dijo:

-Llévate a este niño y críamelo. Yo te lo pagaré.

La mujer tomó al niño y lo crió.

10 Cuando el niño creció, ella se lo llevó a la hija del faraón. El vino a ser para ella su hijo, y ella le puso por nombre Moisés, diciendo: "Porque de las aguas lo saqué."

Moisés huye del faraón


11 Aconteció cierto día, cuando Moisés había crecido, que fue a sus hermanos y les vio en sus duras tareas. Entonces vio a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12 El miró a uno y otro lado, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente salió otra vez, y he aquí que dos hebreos se estaban peleando. Entonces dijo al culpable:

-¿Por qué golpeas a tu prójimo?

14 Y él le respondió:

-¿Quién te ha puesto a ti por jefe y juez sobre nosotros? ¿Acaso piensas matarme como mataste al egipcio?

Entonces Moisés tuvo miedo y pensó: "Ciertamente el asunto ya es conocido."

15 Cuando el faraón se enteró de este hecho, procuró matar a Moisés. Pero Moisés huyó de la presencia del faraón y se fue a la tierra de Madián, y se sentó junto a un pozo.

Moisés en la tierra de Madián


16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, quienes fueron a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre. 17 Pero vinieron unos pastores y las echaron. Entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas.

18 Cuando ellas volvieron a Reuel su padre, él les preguntó:

-¿Por qué habéis vuelto tan pronto hoy?

19 Ellas le respondieron:

-Un hombre egipcio nos libró de mano de los pastores, y también nos sacó agua y dio de beber a las ovejas.

20 El preguntó a sus hijas:

-¿Y dónde está? ¿Por qué habéis abandonado a este hombre? Llamadlo para que coma algo.

21 Moisés aceptó vivir con aquel hombre, y él dio su hija Séfora a Moisés. 22 Ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: "Fui forastero en tierra extranjera."

Moisés es enviado para librar a Israel


23 Aconteció después de muchos años que el rey de Egipto murió. Los hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud y clamaron a Dios, y el clamor de ellos a causa de su esclavitud subió a Dios. 24 Dios oyó el gemido de ellos y se acordó de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob. 25 Dios miró a los hijos de Israel y reconoció su condición.


3 Apacentando Moisés las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, guió las ovejas más allá del desierto y llegó a Horeb, el monte de Dios. 2 Entonces se le apareció el ángel de Jehovah en una llama de fuego en medio de una zarza. El observó y vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés pensó: "Iré, pues, y contemplaré esta gran visión; por qué la zarza no se consume."

4 Cuando Jehovah vio que él se acercaba para mirar, lo llamó desde en medio de la zarza diciéndole:

-¡Moisés, Moisés!

Y él respondió:

-Heme aquí.

5 Dios le dijo:

-No te acerques aquí. Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás tierra santa es. 6 Yo soy el Dios de tus padres: el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.

Entonces Moisés cubrió su cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios. 7 Y le dijo Jehovah:

-Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus sufrimientos. 8 Yo he descendido para librarlos de la mano de los egipcios y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel, al lugar de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. 9 Y ahora, he aquí que el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí; también he visto la opresión con que los oprimen los egipcios. 10 Pero ahora, vé, pues yo te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel.

11 Entonces Moisés dijo a Dios:

-¿Quién soy yo para ir al faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?

12 El respondió:

-Ciertamente yo estaré contigo. Esto te servirá como señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios en este monte.

13 Moisés dijo a Dios:

-Supongamos que yo voy a los hijos de Israel y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros." Si ellos me preguntan: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?

14 Dios dijo a Moisés:

-YO SOY EL QUE SOY. -Y añadió-: Así dirás a los hijos de Israel: "YO SOY me ha enviado a vosotros." 15 -Dios dijo además a Moisés-: Así dirás a los hijos de Israel: "JEHOVAH, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre; éste será el nombre con que seré recordado de generación en generación. 16 Vé, reúne a los ancianos de Israel y diles: "Jehovah, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: ’De cierto yo os he visitado y he visto lo que se os ha hecho en Egipto. 17 Y he dicho que yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos; a una tierra que fluye leche y miel.’ "

18 »Ellos escucharán tu voz, y tú irás con los ancianos de Israel al rey de Egipto, y le diréis: "Jehovah, el Dios de los hebreos, ha venido a nuestro encuentro. Ahora permite que vayamos al desierto, a tres días de camino, para ofrecer sacrificios a Jehovah nuestro Dios."

19 »Yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sin que una poderosa mano lo obligue. 20 Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y después de esto os dejará ir. 21 También daré a este pueblo gracia ante los ojos de los egipcios, de modo que cuando salgáis no os vayáis con las manos vacías. 22 Cada mujer pedirá a su vecina y a la que habita en su casa, objetos de plata, objetos de oro y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos e hijas. Así despojaréis a los egipcios.


4 Entonces respondió Moisés y dijo:

-¿Y si ellos no me creen ni escuchan mi voz, sino que dicen: "No se te ha aparecido Jehovah"?

2 Jehovah le preguntó:

-¿Qué es eso que tienes en tu mano?

El respondió:

-Una vara.

3 Y él le dijo:

-Tírala al suelo.

El la tiró al suelo, y se convirtió en una serpiente. Y Moisés huía de ella. 4 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Extiende tu mano y agárrala por la cola.

El extendió su mano y la agarró, y volvió a ser vara en su mano.

5 -Esto es para que crean que se te ha aparecido Jehovah, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. 6 -Jehovah también le dijo-: Mete tu mano en tu seno.

El metió su mano en su seno, y al sacarla, he aquí que su mano estaba leprosa, blanca como la nieve. 7 Entonces le dijo:

-Vuelve a meter tu mano en tu seno.

El volvió a meter su mano en su seno; y al volver a sacarla de su seno, he aquí que volvió a ser como el resto de su carne.

8 -Y sucederá que si no te creen ni te escuchan a la primera señal, te creerán a la segunda señal. 9 Y sucederá que si no te creen a estas dos señales ni escuchan tu voz, tomarás agua del Nilo y la derramarás en tierra seca. El agua que tomarás del Nilo se convertirá en sangre sobre la tierra seca.

10 Entonces Moisés dijo a Jehovah:

-Oh Señor, yo jamás he sido hombre de palabras, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo. Porque yo soy tardo de boca y de lengua.

11 Jehovah le respondió:

-¿Quién ha dado la boca al hombre? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve con claridad y al que no puede ver? ¿No soy yo, Jehovah? 12 Ahora pues, vé; y yo estaré con tu boca y te enseñaré lo que has de decir.

13 Y él dijo:

-¡Oh Señor; por favor, envía a otra persona!

14 Entonces el furor de Jehovah se encendió contra Moisés, y le dijo:

-¿No conozco yo a tu hermano Aarón el levita? Yo sé que él habla bien. He aquí que él viene a tu encuentro; y al verte, se alegrará en su corazón. 15 Tú le hablarás y pondrás en su boca las palabras. Yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. 16 El hablará por ti al pueblo y será para ti como boca, y tú serás para él como Dios. 17 Lleva en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.

Moisés en camino a Egipto


18 Entonces Moisés se fue y volvió a donde estaba su suegro Jetro y le dijo:

-Permite que yo vaya y vuelva a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún están vivos.

Y Jetro dijo a Moisés:

-Vé en paz.

19 Jehovah dijo también a Moisés en Madián:

-Vé, vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban matarte.

20 Entonces Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los puso sobre un asno y regresó a la tierra de Egipto. Moisés tomó también en su mano la vara de Dios. 21 Y Jehovah dijo a Moisés:

-Cuando estés de regreso en Egipto, haz en presencia del faraón todas las señales que he puesto en tu mano. Sin embargo, yo endureceré su corazón, y él no dejará ir al pueblo. 22 Entonces dirás al faraón: "Así ha dicho Jehovah: ’Israel es mi hijo, mi primogénito. 23 Yo te digo que dejes ir a mi hijo para que me sirva. Si rehúsas dejarlo ir, he aquí que yo mataré a tu hijo, a tu primogénito.’ "

24 Aconteció en el camino, en una posada, que Jehovah le salió al encuentro y procuró matarlo. 25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado, cortó el prepucio de su hijo y tocó con él los pies de Moisés, diciendo:

-¡De veras, tú eres para mí un esposo de sangre!

26 Entonces le dejó. Ella había dicho "esposo de sangre" a causa de la circuncisión.

Moisés y Aarón ante el pueblo


27 Entonces Jehovah dijo a Aarón:

-Vé al desierto, al encuentro de Moisés.

El fue y lo encontró en el monte de Dios, y lo besó. 28 Entonces Moisés refirió a Aarón todas las palabras que Jehovah le enviaba a decir y todas las señales que le mandaba hacer.

29 Moisés y Aarón fueron, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. 30 Aarón relató todas las cosas que Jehovah había dicho a Moisés, y éste hizo las señales ante los ojos del pueblo. 31 El pueblo creyó; y al oír que Jehovah había visitado a los hijos de Israel y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.


Moisés y Aarón ante el faraón


5 Después Moisés y Aarón fueron al faraón y le dijeron:

-Jehovah, el Dios de Israel, dice así: "Deja ir a mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto."

2 Pero el faraón respondió:

-¿Quién es Jehovah para que yo escuche su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehovah, ni tampoco dejaré ir a Israel.

3 Ellos le dijeron:

-El Dios de los hebreos ha venido a nuestro encuentro. Permite que vayamos al desierto, a tres días de camino, para ofrecer sacrificios a Jehovah nuestro Dios, no sea que nos castigue con peste o con espada.

4 Entonces el rey de Egipto les dijo:

-¡Moisés y Aarón! ¿Por qué distraéis al pueblo de sus labores? ¡Volved a vuestras tareas! 5 -Dijo también el faraón-: Ciertamente el pueblo de la tierra es ahora numeroso; no obstante, vosotros les habéis hecho suspender sus labores.

Se agrava el trabajo del pueblo


6 Aquel mismo día el faraón mandó decir a los capataces del pueblo y a sus vigilantes:

7 -Ya no daréis paja al pueblo para hacer los adobes, como hacíais antes. ¡Que vayan ellos y recojan por sí mismos la paja! 8 Sin embargo, les impondréis la misma cantidad de adobes que hacían antes. No les disminuiréis nada, porque están ociosos. Por eso gritan diciendo: "Vayamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios." 9 Hágase más pesado el trabajo de los hombres, para que se ocupen en él y no presten atención a palabras mentirosas.

10 Los capataces del pueblo y sus vigilantes salieron y hablaron al pueblo diciendo:

-Así ha dicho el faraón: "Yo no os daré paja. 11 Id y recoged por vosotros mismos la paja donde la halléis, pero en nada se disminuirá vuestra tarea."

12 Entonces el pueblo se dispersó por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja. 13 Y los capataces los apremiaban diciendo:

-Terminad vuestra tarea, lo de cada día en su día, como cuando se os daba paja.

14 Y azotaron a los vigilantes de los hijos de Israel que habían sido puestos por los capataces del faraón, y les dijeron:

-¿Por qué no habéis completado vuestra cantidad de adobes ni ayer ni hoy, como antes?

15 Los vigilantes de los hijos de Israel fueron al faraón y se quejaron ante él diciendo:

-¿Por qué procedes así con tus siervos? 16 No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: "¡Haced adobes!" He aquí, tus siervos son azotados, cuando la culpa es de tu propio pueblo.

17 El respondió:

-¡Estáis ociosos! ¡Sí, ociosos! Por eso decís: "Vayamos y ofrezcamos sacrificios a Jehovah." 18 Id, pues, ahora y trabajad. No se os dará paja, pero habréis de entregar la misma cantidad de adobes.

19 Entonces los vigilantes de los hijos de Israel se vieron en aflicción, cuando les dijeron: "No se disminuirá en nada vuestra cantidad diaria de adobes." 20 Cuando ellos salían del palacio del faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que estaban esperándolos, 21 y les dijeron:

-Jehovah os mire y os juzgue, pues nos habéis hecho odiosos ante los ojos del faraón y los de sus servidores, poniendo en sus manos la espada para que nos maten.

Jehovah anuncia su actuación directa


22 Entonces Moisés se volvió a Jehovah y le dijo:

-Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23 Porque desde que fui al faraón para hablarle en tu nombre, él ha maltratado a este pueblo, y tú no has librado a tu pueblo.


6 Jehovah respondió a Moisés:

-Ahora verás lo que yo haré al faraón, porque sólo a causa de una poderosa mano los dejará ir. A causa de una poderosa mano los ha de echar de su tierra. 2 -Además, Dios dijo a Moisés-: Yo soy Jehovah. 3 Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso; pero con mi nombre Jehovah no me di a conocer a ellos. 4 Yo también establecí mi pacto con ellos, prometiendo darles la tierra de Canaán, la tierra en la cual peregrinaron y habitaron como forasteros. 5 Asimismo, yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios esclavizan, y me he acordado de mi pacto. 6 Por tanto, di a los hijos de Israel: "Yo soy Jehovah. Yo os libraré de las cargas de Egipto y os libertaré de su esclavitud. Os redimiré con brazo extendido y con grandes actos justicieros. 7 Os tomaré como pueblo mío, y yo seré vuestro Dios. Vosotros sabréis que yo soy Jehovah vuestro Dios, que os libra de las cargas de Egipto. 8 Yo os llevaré a la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob. Yo os la daré en posesión. Yo Jehovah."

9 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel, pero ellos no escucharon a Moisés, a causa del decaimiento de ánimo y de la dura esclavitud. 10 Entonces Jehovah habló a Moisés diciendo:

11 -Vé al faraón rey de Egipto y dile que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.

12 Y Moisés respondió a Jehovah diciendo:

-Si los hijos de Israel no me escuchan, ¿cómo, pues, me escuchará el faraón, siendo yo falto de elocuencia?

13 Entonces Jehovah habló a Moisés y a Aarón, y les dio mandamiento para los hijos de Israel y para el faraón rey de Egipto, a fin de sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

Casas paternas de Rubén, Simeón y Leví


14 Estos son los jefes de sus casas paternas:

Los hijos de Rubén, primogénito de Israel, fueron: Hanoc, Falú, Hesrón y Carmi. Estos son los clanes de Rubén.

15 Los hijos de Simeón fueron: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zojar y Saúl, hijo de la cananea. Estos son los clanes de Simeón.

16 Estos son los nombres de los hijos de Leví, según sus generaciones: Gersón, Cohat y Merari. Los años de la vida de Leví fueron 137.

17 Los hijos de Gersón fueron Libni y Simei, según sus clanes.

18 Los hijos de Cohat fueron: Amram, Izjar, Hebrón y Uziel. Los años de la vida de Cohat fueron 133.

19 Los hijos de Merari fueron Majli y Musi.

Estos son los clanes de Leví, según sus generaciones.

20 Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, quien le dio a luz a Aarón y a Moisés. Los años de la vida de Amram fueron 137.

21 Los hijos de Izjar fueron: Coré, Néfeg y Zicri.

22 Los hijos de Uziel fueron: Misael, Elzafán y Sitri.

23 Aarón tomó por mujer a Elisabet hija de Aminadab, hermana de Najsón, quien le dio a luz a Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.

24 Los hijos de Coré fueron: Asir, Elcana y Abiasaf. Estos son los clanes de los coreítas.

25 Eleazar hijo de Aarón tomó por mujer a una de las hijas de Putiel, la cual le dio a luz a Fineas.

Estos son los jefes de las casas paternas de los levitas, según sus clanes. 26 Estos son aquel Aarón y aquel Moisés, a quienes Jehovah dijo: "Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, según sus ejércitos." 27 Ellos son los que hablaron al faraón rey de Egipto para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Estos fueron Moisés y Aarón.

Dios recalca la misión de Moisés


28 Sucedió esto el día en que Jehovah habló a Moisés en la tierra de Egipto. 29 Jehovah habló a Moisés diciendo:

-Yo soy Jehovah. Di al faraón, rey de Egipto, todas las cosas que yo te diga a ti.

30 Moisés respondió a Jehovah:

-He aquí que yo soy un hombre falto de elocuencia; ¿cómo, pues, me escuchará el faraón?


7 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Mira, yo te he puesto como dios para el faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. 2 Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará al faraón para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 3 Yo endureceré el corazón del faraón y multiplicaré mis señales y mis prodigios en la tierra de Egipto. 4 El faraón no os escuchará. Pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto con grandes actos justicieros. 5 Así sabrán los egipcios que yo soy Jehovah, cuando extienda mi mano sobre Egipto y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.

6 Moisés y Aarón hicieron como Jehovah les mandó; así lo hicieron. 7 Moisés tenía 80 años y Aarón 83 años, cuando hablaron al faraón.

La vara se transforma en serpiente


8 Jehovah habló a Moisés y a Aarón diciendo:

9 -Cuando el faraón os responda y diga: "Mostrad señales", tú dirás a Aarón: "Toma tu vara y arrójala delante del faraón, y ella se transformará en una serpiente."

10 Fueron, pues, Moisés y Aarón al faraón, e hicieron como Jehovah les había mandado: Aarón echó su vara delante del faraón y de sus servidores, y se convirtió en una serpiente. 11 El faraón también llamó a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos. 12 Cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes; pero la vara de Aarón se tragó las varas de ellos. 13 Y el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, tal como Jehovah había dicho.

Primera plaga: el agua hecha sangre


14 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-El corazón del faraón se ha endurecido, y rehúsa dejar ir al pueblo. 15 Vé por la mañana al faraón, cuando él salga al río. Ponte frente a él a la orilla del Nilo. Toma en tu mano la vara que se transformó en serpiente, 16 y dile: "Jehovah, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: ’Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto.’ Pero he aquí que hasta ahora no has querido escuchar. 17 Así ha dicho Jehovah: ’En esto conocerás que yo soy Jehovah’; he aquí, con la vara que tengo en mi mano golpearé las aguas del Nilo, y éstas se convertirán en sangre. 18 Los peces que hay en el Nilo morirán. El Nilo apestará, y los egipcios tendrán asco de beber agua del Nilo."

19 Jehovah dijo también a Moisés:

-Di a Aarón: "Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus canales, sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua; y ellas se convertirán en sangre." Habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los baldes de madera y en las vasijas de piedra.

20 Moisés y Aarón hicieron como les mandó Jehovah. Alzó la vara y golpeó las aguas del Nilo en presencia del faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Nilo se convirtieron en sangre. 21 Los peces que había en el Nilo murieron. Y el Nilo apestaba, de modo que los egipcios no podían beber de él. Hubo sangre en toda la tierra de Egipto.

22 Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, tal como Jehovah lo había dicho.

23 Después se volvió el faraón y entró en su casa, y no quiso prestar más atención al asunto. 24 Y todos los egipcios hicieron pozos alrededor del Nilo para beber, porque no podían beber las aguas del Nilo.

Segunda plaga: las ranas


25 Pasaron siete días después que Jehovah golpeó el Nilo.


8 1 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Vé al faraón y dile que Jehovah ha dicho así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 2 Y si rehúsas dejarlo ir, he aquí yo castigaré todo tu territorio con una plaga de ranas. 3 El Nilo se llenará de ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa y en tu dormitorio, y sobre tu cama. Entrarán en las casas de tus servidores y de tu pueblo. Entrarán en tus hornos y en tus artesas de amasar. 4 Las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus servidores." 5 -Jehovah dijo también a Moisés-: Di a Aarón: "Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los canales y sobre los estanques; y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto."

6 Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. 7 Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto. 8 Entonces el faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo:

-Rogad a Jehovah para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehovah.

9 Y Moisés dijo al faraón:

-Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus servidores y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y solamente queden en el Nilo.

10 Y él dijo:

-Mañana.

Y Moisés respondió:

-Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay otro como Jehovah nuestro Dios. 11 Las ranas se irán de ti, de tus casas, de tus servidores y de tu pueblo, y solamente quedarán en el Nilo.

12 Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia del faraón. Y Moisés clamó a Jehovah por el asunto de las ranas que había mandado sobre el faraón. 13 Jehovah hizo conforme a la palabra de Moisés. Murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos. 14 Las juntaron en muchos montones, y la tierra apestaba. 15 Pero viendo el faraón que le habían dado alivio, endureció su corazón y no los escuchó, tal como Jehovah lo había dicho.

Tercera plaga: los piojos


16 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Di a Aarón: "Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos en toda la tierra de Egipto."

17 Ellos lo hicieron así. Aarón extendió su mano con su vara y golpeó el polvo de la tierra, el cual se convirtió en piojos, tanto sobre los hombres como sobre los animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos, en toda la tierra de Egipto.

18 Los magos también intentaron hacer piojos con sus encantamientos, pero no pudieron. Había piojos tanto en los hombres como en los animales. 19 Entonces los magos dijeron al faraón:

-¡Esto es el dedo de Dios!

Pero el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, tal como Jehovah lo había dicho.

Cuarta plaga: las moscas


20 Jehovah dijo a Moisés:

-Levántate muy de mañana, preséntate ante el faraón cuando él salga al río y dile que Jehovah ha dicho así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 21 Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré una nube de moscas sobre ti y sobre tus servidores, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Y las casas de los egipcios se llenarán de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. 22 Pero el mismo día yo excluiré la tierra de Gosén, donde habita mi pueblo, para que no vaya allí la nube de moscas, a fin de que sepas que yo, Jehovah, estoy en medio de la tierra. 23 Yo haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana tendrá lugar esta señal."

24 Jehovah lo hizo así: Vino una densa nube de moscas sobre la casa del faraón, sobre las casas de sus servidores, y sobre toda la tierra de Egipto. La tierra quedó devastada a causa de ellas. 25 Entonces el faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo:

-Id, ofreced sacrificios a vuestro Dios, dentro del país.

26 Moisés respondió:

-No conviene que lo hagamos así, porque ofreceríamos como sacrificio a Jehovah lo que es una abominación a los egipcios. Si sacrificáramos en presencia de los egipcios lo que para ellos es una abominación, ¿no nos apedrearían? 27 Iremos a tres días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios a Jehovah, según él nos diga.

28 El faraón dijo:

-Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehovah vuestro Dios en el desierto, con tal que no os vayáis demasiado lejos. Rogad por mí.

29 Respondió Moisés:

-He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehovah, y él hará que mañana la nube de moscas se aparte del faraón, de sus servidores y de su pueblo, con tal que el faraón no se vuelva a burlar, no dejando ir al pueblo para ofrecer sacrificios a Jehovah.

30 Entonces Moisés salió de la presencia del faraón y oró a Jehovah. 31 Y Jehovah hizo conforme a la palabra de Moisés y apartó del faraón, de sus servidores y de su pueblo la nube de moscas, sin que quedara una sola. 32 Pero el faraón endureció también esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.


Quinta plaga: la peste


9 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Vé al faraón y dile que Jehovah, el Dios de los hebreos, ha dicho así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 2 Porque si rehúsas dejarlos ir y los sigues deteniendo, 3 he aquí la mano de Jehovah traerá una terrible peste sobre tu ganado que está en el campo: caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas. 4 Pero Jehovah hará distinción entre el ganado de Israel y el de Egipto, de modo que no muera nada de todo lo que pertenece a los hijos de Israel." 5 -Jehovah fijó un plazo diciendo-: Mañana Jehovah hará esto en el país.

6 Al día siguiente Jehovah hizo esto, y murió todo el ganado de Egipto. Pero del ganado de los hijos de Israel no murió ni un solo animal. 7 El faraón envió observadores, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto ni un solo animal. Pero el corazón del faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.

Sexta plaga: las úlceras


8 Jehovah dijo a Moisés y a Aarón:

-Tomad puñados de hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo, en presencia del faraón. 9 Este se convertirá en polvo sobre toda la tierra de Egipto, y ocasionará sarpullido que producirá úlceras, tanto en los hombres como en los animales, en toda la tierra de Egipto.

10 Tomaron, pues, el hollín del horno y se pusieron de pie delante del faraón. Moisés lo esparció hacia el cielo, y éste se convirtió en sarpullido que producía úlceras, tanto en los hombres como en los animales. 11 Y los magos no podían estar en presencia de Moisés por causa de las úlceras, porque los magos tenían úlceras, como todos los egipcios.

12 Pero Jehovah endureció el corazón del faraón. Y éste no los escuchó, tal como Jehovah lo había dicho a Moisés.

Séptima plaga: el granizo


13 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Levántate muy de mañana, preséntate delante del faraón y dile que Jehovah, el Dios de los hebreos, dice así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra. 15 Porque hasta ahora yo podría haber extendido mi mano para herirte a ti y a tu pueblo con una plaga tal que ya habrías sido eliminado de la tierra. 16 Pero por esto mismo te he dejado con vida, para mostrarte mi poder y para dar a conocer mi nombre en toda la tierra. 17 ¿Todavía te insolentas contra mi pueblo para no dejarlos ir? 18 He aquí, mañana a estas horas yo haré caer granizo tan pesado, como nunca lo hubo en Egipto desde el día en que fue fundado, hasta ahora. 19 Ordena, pues, que recojan tu ganado y todo lo que tienes en el campo, en un lugar seguro; porque el granizo caerá sobre todo hombre o animal que se halle en el campo y que no haya sido recogido en casa, y morirá."

20 De los servidores del faraón, el que temió la palabra de Jehovah hizo que sus criados y su ganado huyeran a casa. 21 Pero los que no tomaron en serio la palabra de Jehovah dejaron a sus criados y sus ganados en el campo.

22 Jehovah dijo a Moisés:

-Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo sobre toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda la hierba del campo en la tierra de Egipto.

23 Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehovah envió truenos y granizo. El fuego se descargó sobre la tierra, y Jehovah hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. 24 Hubo, pues, granizo y fuego centelleante mezclado con el granizo, y era tan pesado que nunca lo hubo como aquél en toda la tierra de Egipto desde que comenzó a ser nación. 25 El granizo destruyó en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, tanto los hombres como los animales. El granizo también arruinó toda la hierba del campo y destrozó todos los árboles del campo. 26 Sólo en la tierra de Gosén, donde habitaban los hijos de Israel, no cayó granizo. 27 Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo:

-He pecado esta vez. Jehovah es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables. 28 Rogad a Jehovah para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y vosotros no os detendréis más.

29 Moisés le respondió:

-Al salir yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehovah, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es de Jehovah. 30 Pero yo sé que ni tú ni tus servidores teméis todavía la presencia de Jehovah Dios.

31 El lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba en espiga y el lino en flor. 32 Pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, pues eran tardíos.

33 Después de haber salido de la presencia del faraón y de la ciudad, Moisés extendió sus manos a Jehovah, y cesaron los truenos y el granizo; y no cayó más lluvia sobre la tierra. 34 Entonces, al ver que habían cesado la lluvia, el granizo y los truenos, el faraón volvió a pecar. Tanto él como sus servidores endurecieron su corazón. 35 El corazón del faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como Jehovah lo había dicho por medio de Moisés.


Octava plaga: la langosta


10 Jehovah dijo a Moisés:

-Vé al faraón, porque yo he endurecido su corazón y el corazón de sus servidores para manifestar entre ellos estas señales mías, 2 y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, las señales que yo hice en medio de ellos, para que sepáis que yo soy Jehovah.

3 Entonces Moisés y Aarón fueron al faraón y le dijeron:

-Jehovah, el Dios de los hebreos, ha dicho así: "¿Hasta cuándo rehusarás humillarte ante mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 4 Si rehúsas dejarlo ir, he aquí mañana yo traeré la langosta a tu territorio; 5 y cubrirá la superficie de la tierra, de modo que ésta no pueda verse. Devorará el resto de lo que ha escapado, lo que os ha quedado del granizo. Devorará también todos los árboles que crecen en el campo. 6 Y llenará tus casas, las casas de tus servidores y las casas de todos los egipcios, como nunca vieron tus padres ni tus abuelos desde que existieron sobre la tierra, hasta el día de hoy."

Moisés dio media vuelta y salió de la presencia del faraón. 7 Entonces los servidores del faraón le dijeron:

-¿Hasta cuándo ha de sernos éste una trampa? Deja ir a esos hombres para que sirvan a Jehovah su Dios. ¿Todavía no te das cuenta de que Egipto está destruido?

8 Moisés y Aarón volvieron a ser traídos ante el faraón, quien les dijo:

-Id y servid a Jehovah vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?

9 Moisés respondió:

-Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros ancianos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; hemos de ir con nuestras ovejas y con nuestras vacas, porque tendremos una fiesta de Jehovah.

10 Y él les dijo:

-¡Sea Jehovah con vosotros, si yo os dejo ir a vosotros y a vuestros niños! ¡Ved cómo vuestras malas intenciones están a la vista! 11 ¡No será así! Id vosotros los varones y servid a Jehovah, pues esto es lo que vosotros habéis pedido.

Y los echaron de la presencia del faraón. 12 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, para que la langosta suba sobre la tierra de Egipto. Ella devorará toda la hierba de la tierra y todo lo que ha dejado el granizo.

13 Moisés extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehovah trajo un viento del oriente sobre el país, todo aquel día y toda aquella noche. Al amanecer, el viento del oriente trajo la langosta. 14 Esta subió sobre toda la tierra de Egipto y se posó muy densamente en todos los rincones del país. Nunca antes hubo tal plaga de langosta, ni la habrá después. 15 Cubrieron la superficie de toda la tierra, de modo que la tierra se oscureció. Devoraron toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo. En toda la tierra de Egipto no quedó nada verde, ni en los árboles, ni en la hierba del campo.

16 Entonces el faraón hizo llamar apresuradamente a Moisés y a Aarón, y les dijo:

-He pecado contra Jehovah vuestro Dios y contra vosotros. 17 Pero perdonad, por favor, mi pecado sólo una vez más y rogad a Jehovah vuestro Dios para que él aparte de mí solamente esta mortandad.

18 Moisés salió de la presencia del faraón y oró a Jehovah. 19 Jehovah hizo soplar un fortísimo viento del occidente que llevó la langosta y la arrojó al mar Rojo. Ni una sola langosta quedó en todo el territorio de Egipto. 20 Pero Jehovah endureció el corazón del faraón, y éste no dejó ir a los hijos de Israel.

Novena plaga: las tinieblas


21 Jehovah dijo a Moisés:

-Extiende tu mano hacia el cielo para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tinieblas que hasta puedan ser palpadas.

22 Moisés extendió su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas por toda la tierra de Egipto, durante tres días. 23 No se podían ver unos a otros, ni nadie se movió de su lugar durante tres días. Pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas. 24 Luego el faraón hizo llamar a Moisés y le dijo:

-Id y servid a Jehovah. Vayan también vuestros niños con vosotros. Solamente que sean dejadas vuestras ovejas y vuestras vacas.

25 Moisés respondió:

-Entonces tú nos tendrás que dar animales para sacrificar y ofrecer en holocausto a Jehovah nuestro Dios. 26 ¡También nuestro ganado irá con nosotros! No quedará ni una pezuña de ellos, porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehovah nuestro Dios. No sabemos con qué hemos de servir a Jehovah, hasta que lleguemos allá.

27 Pero Jehovah endureció el corazón del faraón, y no quiso dejarlos ir. 28 Y el faraón dijo a Moisés:

-¡Retírate de mi presencia! ¡Guárdate de volver a ver mi cara; porque el día en que veas mi cara, morirás!

29 Y Moisés respondió:

-Bien has dicho. ¡Jamás volveré a ver tu cara!


Anuncio de la décima plaga


11 Jehovah dijo a Moisés:

-Traeré una sola plaga más sobre el faraón y sobre Egipto. Después de esto, él os dejará ir de aquí. Cuando os deje ir, él os echará de aquí por completo. 2 Habla, pues, al pueblo para que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y de oro.

3 Jehovah dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios. El mismo Moisés era considerado como un gran hombre en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los servidores del faraón, como a los ojos del pueblo.

4 Entonces dijo Moisés:

-Así ha dicho Jehovah: "Como a la media noche yo pasaré por en medio de Egipto. 5 Y todo primogénito en la tierra de Egipto morirá, desde el primogénito del faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino, y todo primerizo del ganado. 6 Habrá un gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca lo hubo ni lo habrá. 7 Pero entre todos los hijos de Israel, ni un perro les ladrará, ni a los hombres ni a los animales, para que sepáis que Jehovah hace distinción entre los egipcios y los israelitas." 8 Entonces vendrán a mí todos estos tus servidores, y postrados delante de mí dirán: "Sal tú, y todo el pueblo que te sigue." Y después de esto, yo saldré.

Salió muy enojado de la presencia del faraón. 9 Y Jehovah dijo a Moisés:

-Faraón no os escuchará, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto.

10 Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante del faraón. Pero Jehovah endureció el corazón del faraón, y éste no dejó ir de su tierra a los hijos de Israel.


La Pascua de liberación


12 Jehovah habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:

2 -Este mes os será el principio de los meses; será para vosotros el primero de los meses del año. 3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo que el 10 de este mes cada uno tome para sí un cordero en cada casa paterna, un cordero por familia. 4 Si la familia es demasiado pequeña como para comer el cordero, entonces lo compartirán él y su vecino de la casa inmediata, de acuerdo con el número de las personas. Según la cantidad que ha de comer cada uno, repartiréis el cordero. 5 El cordero será sin defecto, macho de un año; tomaréis un cordero o un cabrito. 6 Lo habréis de guardar hasta el día 14 de este mes, cuando lo degollará toda la congregación del pueblo de Israel al atardecer. 7 Tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las puertas de las casas en donde lo han de comer. 8 Aquella misma noche comerán la carne, asada al fuego. La comerán con panes sin levadura y con hierbas amargas. 9 No comeréis del cordero nada crudo, ni cocido en agua; sino asado al fuego, con su cabeza, sus piernas y sus entrañas. 10 Nada dejaréis de él hasta la mañana. Lo que quede hasta la mañana habréis de quemarlo en el fuego. 11 Así lo habréis de comer: con vuestros cintos ceñidos, puestas las sandalias en vuestros pies y con vuestro bastón en la mano. Lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehovah.

12 »La misma noche yo pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de los hombres como del ganado. Así ejecutaré actos justicieros contra todos los dioses de Egipto. Yo, Jehovah.

13 »La sangre os servirá de señal en las casas donde estéis. Yo veré la sangre y en cuanto a vosotros pasaré de largo y cuando castigue la tierra de Egipto, no habrá en vosotros ninguna plaga para destruiros.

14 »Habréis de conmemorar este día. Lo habréis de celebrar como fiesta a Jehovah a través de vuestras generaciones. Lo celebraréis como estatuto perpetuo. 15 Siete días comeréis panes sin levadura. El primer día quitaréis de vuestras casas la levadura, porque cualquiera que coma algo con levadura desde el primer día hasta el séptimo, esa persona será excluida de Israel.

16 »El primer día habrá asamblea sagrada. También en el séptimo día habrá asamblea sagrada. Ningún trabajo haréis en ellos, excepto la preparación de lo que cada uno haya de comer. Sólo eso podréis hacer. 17 Guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día habré sacado vuestros ejércitos de la tierra de Egipto. Por tanto, guardaréis este día como estatuto perpetuo a través de vuestras generaciones.

18 »Comeréis los panes sin levadura en el mes primero, desde el día 14 del mes al atardecer, hasta el día 21 del mes al atardecer. 19 Durante siete días no se hallará en vuestras casas nada que tenga levadura. Cualquiera que coma algo con levadura, sea forastero o natural de la tierra, esa persona será excluida de la congregación de Israel. 20 No comeréis ninguna cosa con levadura. En todo lugar donde habitéis comeréis panes sin levadura.

21 Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo:

-Sacad y tomad del rebaño para vuestras familias, y sacrificad el cordero pascual. 22 Tomad luego un manojo de hisopo y empapadlo en la sangre que está en la vasija, y untad el dintel y los postes de la puerta con la parte de la sangre que está en la vasija. Ninguno de vosotros salga de la puerta de su casa hasta la mañana. 23 Porque Jehovah pasará matando a los egipcios, y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo aquella puerta y no dejará entrar en vuestras casas al destructor para matar. 24 Guardaréis estas palabras como ley para vosotros y para vuestros hijos, para siempre. 25 Cuando hayáis entrado en la tierra que Jehovah os dará, como lo prometió, guardaréis este rito. 26 Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué significa este rito para vosotros?", 27 vosotros les responderéis: "Este es el sacrificio de la Pascua de Jehovah, quien pasó de largo las casas de los hijos de Israel cuando mató a los egipcios y libró nuestras casas."

Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28 Los hijos de Israel fueron y lo hicieron; como Jehovah había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.

Décima plaga: mueren los primogénitos


29 Aconteció que a la medianoche Jehovah mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que se sentaba en el trono, hasta el primogénito del preso que estaba en la mazmorra, y todo primerizo del ganado. 30 Aquella noche se levantaron el faraón, todos sus servidores y todos los egipcios, pues había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. 31 Entonces hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo:

-¡Levantaos y salid de en medio de mi pueblo, vosotros y los hijos de Israel! Id y servid a Jehovah, como habéis dicho. 32 Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos. Y bendecidme a mí también.

Los israelitas salen de Egipto


33 Los egipcios apremiaban al pueblo, apresurándose a echarlos del país, porque decían:

-¡Todos seremos muertos!

34 La gente llevaba sobre sus hombros la masa que aún no tenía levadura y sus artesas envueltas en sus mantos. 35 Los hijos de Israel hicieron también conforme al mandato de Moisés, y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos. 36 Jehovah dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios, quienes les dieron lo que pidieron. Así despojaron a los egipcios.

37 Partieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, unos 600.000 hombres de a pie, sin contar los niños. 38 También fue con ellos una gran multitud de toda clase de gente, y sus ovejas y ganado en gran número. 39 De la masa que habían sacado de Egipto, cocieron panes sin leudar, porque no le habían puesto levadura; ya que cuando fueron echados de Egipto, no pudieron detenerse ni para preparar comida.

40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue de 430 años. 41 Pasados los 430 años, en el mismo día salieron de la tierra de Egipto todos los escuadrones de Jehovah. 42 Esta es noche de guardar en honor de Jehovah, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Todos los hijos de Israel, a través de sus generaciones, deben guardar esta noche en honor de Jehovah.

Los que han de participar en la Pascua


43 Jehovah dijo a Moisés y a Aarón:

-Este es el estatuto acerca de la Pascua: Ningún extranjero comerá de ella. 44 Pero todo esclavo que alguien haya comprado por dinero comerá de ella después que lo hayas circuncidado. 45 El que es extranjero y mercenario no la comerá. 46 Será comida en una casa; no llevarás de aquella carne fuera de la casa. Tampoco quebraréis ninguno de sus huesos. 47 Toda la congregación de Israel la celebrará. 48 Si algún extranjero que reside entre vosotros quisiera celebrar la Pascua de Jehovah, que sea circuncidado todo varón de su familia. Entonces podrá celebrarla, y será como el natural de la tierra. Pero ningún incircunciso comerá de ella. 49 La misma ley será para el natural y para el extranjero que viva entre vosotros.

50 Así lo hicieron todos los hijos de Israel. Tal como lo mandó Jehovah a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. 51 Y sucedió que aquel mismo día Jehovah sacó de la tierra de Egipto a los hijos de Israel, por sus ejércitos.


13 Jehovah habló a Moisés diciendo:

2 -Conságrame todo primogénito; todo el que abre la matriz entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, es mío.

3 Moisés dijo al pueblo:

-Conmemorad este día en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de esclavitud; porque Jehovah os ha sacado de aquí con mano poderosa. Por eso no comeréis nada que tenga levadura. 4 Vosotros salís hoy, en el mes de Abib. 5 Y cuando Jehovah te haya llevado a la tierra de los cananeos, heteos, amorreos y jebuseos, la cual juró a tus padres que te daría, una tierra que fluye leche y miel, celebraréis este rito en este mes. 6 Durante siete días comeréis panes sin levadura, y el séptimo día será fiesta para Jehovah. 7 Durante los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado ni levadura en todo tu territorio.

8 »Aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: "Esto se hace con motivo de lo que Jehovah hizo conmigo cuando salí de Egipto. 9 Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un memorial entre tus ojos, para que la ley de Jehovah esté en tu boca, porque con mano poderosa Jehovah te sacó de Egipto. 10 Por tanto, guardarás esta ordenanza en el tiempo fijado, de año en año."

Consagración de los primogénitos


11 »Cuando Jehovah te haya introducido en la tierra de los cananeos, y te la haya dado como te juró a ti y a tus padres, 12 apartarás para Jehovah todo primogénito que abre la matriz, y también todo primerizo de las crías de tus animales; los machos serán de Jehovah. 13 Rescatarás con un cordero todo primerizo de asno; y si no lo rescatas, romperás su nuca. También rescatarás todo primogénito de entre tus hijos. 14 Y cuando mañana te pregunte tu hijo diciendo: "¿Qué es esto?", le dirás: "Con mano poderosa Jehovah nos sacó de Egipto, de la casa de esclavitud. 15 Cuando el faraón se endureció para no dejarnos ir, Jehovah mató en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito del hombre hasta el primerizo del animal. Por esta razón yo ofrezco en sacrificio a Jehovah todo primerizo macho que abre la matriz y rescato a todo primogénito de mis hijos." 16 Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un memorial entre tus ojos, ya que Jehovah nos sacó de Egipto con mano poderosa.

Elección de la ruta del mar Rojo


17 Cuando el faraón dejó ir al pueblo, Dios no lo guió por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto, porque dijo Jehovah: "No sea que al enfrentarse con la guerra, el pueblo cambie de parecer y se vuelva a Egipto." 18 Más bien, Dios hizo que el pueblo diese un rodeo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto armados.

Los restos de José llevados de Egipto


19 Moisés tomó también consigo los restos de José, quien había hecho jurar a los hijos de Israel diciendo: "Ciertamente Dios os visitará, y haréis llevar de aquí mis restos, con vosotros."

Dios guía a Israel de día y de noche


20 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto. 21 Jehovah iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche. 22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.


Los israelitas cruzan el mar Rojo


14 Jehovah habló a Moisés diciendo:

2 -Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen cerca de Pi-hajirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-zefón; acamparéis en el lado opuesto, junto al mar. 3 Entonces el faraón dirá de los hijos de Israel: "Andan errantes por la tierra; el desierto les cierra el paso." 4 Yo endureceré el corazón del faraón para que os persiga; pero yo mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy Jehovah.

Ellos lo hicieron así. 5 Y cuando informaron al rey de Egipto que el pueblo huía, el corazón del faraón y de sus servidores se volvió contra el pueblo. Y dijeron:

-¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, y que no nos sirva?

6 Unció su carro y tomó consigo a su gente. 7 Tomó 600 carros escogidos y todos los demás carros de Egipto con los oficiales que estaban al frente de todos ellos.

8 Jehovah endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, y él persiguió a los hijos de Israel; pero éstos salieron osadamente. 9 Los egipcios los persiguieron con toda la caballería, los carros del faraón, sus jinetes y su ejército; y los alcanzaron mientras acampaban junto al mar, al lado de Pi-hajirot, frente a Baal-zefón.

10 Cuando el faraón se había acercado, los hijos de Israel alzaron los ojos; y he aquí que los egipcios venían tras ellos. Entonces los hijos de Israel temieron muchísimo y clamaron a Jehovah. 11 Y dijeron a Moisés:

-¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto de sacarnos de Egipto? 12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto diciendo: "Déjanos solos, para que sirvamos a los egipcios"? ¡Mejor nos habría sido servir a los egipcios que morir en el desierto!

13 Y Moisés respondió al pueblo:

-¡No temáis! Estad firmes y veréis la liberación que Jehovah hará a vuestro favor. A los egipcios que ahora veis, nunca más los volveréis a ver. 14 Jehovah combatirá por vosotros, y vosotros os quedaréis en silencio.

15 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se marchen. 16 Y tú, alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de Israel pasen por en medio del mar, en seco. 17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que entren detrás de ellos, y mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, en sus carros y en sus jinetes. 18 Y los egipcios sabrán que yo soy Jehovah, cuando yo muestre mi gloria en el faraón, en sus carros y en sus jinetes.

19 Entonces el ángel de Dios, que iba delante del campamento de Israel, se trasladó e iba detrás de ellos. Asimismo, la columna de nube que iba delante de ellos se trasladó y se puso detrás de ellos, 20 y se colocó entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel, constituyendo nube y tinieblas para aquéllos, mientras que alumbraba a Israel de noche. En toda aquella noche no se acercaron los unos a los otros.

21 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y Jehovah hizo que éste se retirase con un fuerte viento del oriente que sopló toda aquella noche e hizo que el mar se secara, quedando las aguas divididas. 22 Y los hijos de Israel entraron en medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23 Los egipcios los persiguieron, y entraron en el mar tras ellos con toda la caballería del faraón, sus carros y sus jinetes.

24 Aconteció que a eso de la vigilia de la mañana, Jehovah miró hacia el ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios. 25 Trabó las ruedas de sus carros, de modo que se desplazaban pesadamente. Entonces los egipcios dijeron:

-¡Huyamos de los israelitas, porque Jehovah combate por ellos contra los egipcios!

26 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre sus jinetes.

27 Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, éste volvió a su lecho, de modo que los egipcios chocaron contra él cuando huían. Así precipitó Jehovah a los egipcios en medio del mar. 28 Las aguas volvieron y cubrieron los carros y los jinetes, junto con todo el ejército del faraón que había entrado en el mar tras ellos. No quedó de ellos ni uno solo. 29 Pero los hijos de Israel caminaron en seco por en medio del mar, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 30 Así libró Jehovah aquel día a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31 Cuando Israel vio la gran hazaña que Jehovah había realizado contra los egipcios, el pueblo temió a Jehovah, y creyó en él y en su siervo Moisés.


Cántico a Jehovah por la liberación


15 Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Jehovah, diciendo:

"¡Cantaré a Jehovah,

pues se ha enaltecido grandemente!

¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!

2 Jehovah es mi fortaleza y mi canción;

él ha sido mi salvación.

¡Este es mi Dios! Yo le alabaré.

¡El Dios de mi padre! A él ensalzaré.


3 "Jehovah es un guerrero.

¡Jehovah es su nombre!

4 Ha echado al mar los carros

y el ejército del faraón.

Fueron hundidos en el mar Rojo

sus mejores oficiales.

5 Las aguas profundas los cubrieron;

descendieron como piedra a las profundidades.


6 "Tu diestra, oh Jehovah,

ha sido majestuosa en poder;

tu diestra, oh Jehovah,

ha quebrantado al enemigo.

7 Con la grandeza de tu poder has destruido a los que se opusieron a ti;

desataste tu furor,

y los consumió como a hojarasca.

8 Por el soplo de tu aliento

se amontonaron las aguas;

las olas se acumularon como un dique;

las aguas profundas se congelaron en medio del mar.

9 Dijo el enemigo: ’Perseguiré,

tomaré prisioneros y repartiré el botín;

mi alma se saciará de ellos;

desenvainaré mi espada,

y mi mano los desalojará.’

10 Pero tú soplaste con tu aliento,

y el mar los cubrió.

Se hundieron como plomo

en las impetuosas aguas.


11 "¿Quién como tú, oh Jehovah, entre los dioses?

¿Quién como tú,

majestuoso en santidad,

temible en hazañas dignas de alabanza,

hacedor de maravillas?

12 Extendiste tu diestra,

y la tierra los tragó.

13 En tu misericordia guías a este pueblo que has redimido,

y lo llevas con tu poder a tu santa morada.


14 "Los pueblos lo oyen y tiemblan;

la angustia se apodera de los filisteos.

15 Entonces los jefes de Edom se aterran;

los poderosos de Moab son presas del pánico;

se abaten todos los habitantes de Canaán.

16 Sobre ellos caen terror y espanto;

ante la grandeza de tu brazo

enmudecen como la piedra,

hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehovah;

hasta que haya pasado este pueblo

que tú has adquirido.

17 Tú los introducirás y los plantarás

en el monte de tu heredad,

en el lugar que has preparado

como tu habitación, oh Jehovah,

en el santuario que establecieron tus manos, oh Señor.

18 Jehovah reinará por siempre jamás."

19 Cuando la caballería del faraón entró en el mar con sus carros y jinetes, Jehovah volvió a traer las aguas del mar sobre ellos, mientras que los hijos de Israel caminaron en seco en medio del mar. 20 Entonces María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21 Y María les dirigía diciendo:

"¡Cantad a Jehovah,

pues se ha enaltecido grandemente!

¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!"

Las aguas de Mara son hechas dulces


22 Moisés hizo que Israel partiese del mar Rojo, y ellos se dirigieron al desierto de Shur. Caminaron tres días por el desierto, sin hallar agua, 23 y llegaron a Mara. Pero no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas. Por eso pusieron al lugar el nombre de Mara. 24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés diciendo:

-¿Qué hemos de beber?

25 Moisés clamó a Jehovah, y Jehovah le mostró un árbol. Cuando él arrojó el árbol dentro de las aguas, las aguas se volvieron dulces. Allí dio al pueblo leyes y decretos. Allí lo probó 26 diciéndole:

-Si escuchas atentamente la voz de Jehovah tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti, porque yo soy Jehovah tu sanador.

Jehovah envía codornices y maná


27 Llegaron a Elim, donde había doce manantiales de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.


16 Toda la congregación de los hijos de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, el día 15 del mes segundo después de salir de la tierra de Egipto. 2 Entonces toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto. 3 Los hijos de Israel les decían:

-¡Ojalá Jehovah nos hubiera hecho morir en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

4 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-He aquí, yo haré llover para vosotros pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día; así lo pondré a prueba, si anda en mi ley o no. 5 Pero en el sexto día prepararán lo que han de llevar, que será el doble de lo que recogen cada día.

6 Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel:

-Al atardecer sabréis que Jehovah os ha sacado de la tierra de Egipto. 7 Y al amanecer veréis la gloria de Jehovah, porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehovah. Pues, ¿qué somos nosotros para que murmuréis contra nosotros? 8 -Agregó Moisés-: Jehovah os dará al atardecer carne para comer y al amanecer pan hasta saciaros, porque Jehovah ha oído vuestras murmuraciones contra él. Pues, ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehovah.

9 Moisés dijo a Aarón:

-Di a toda la congregación de los hijos de Israel: "Acercaos a la presencia de Jehovah, pues él ha oído vuestras murmuraciones."

10 Y sucedió que mientras Aarón hablaba a toda la congregación de Israel, miraron hacia el desierto; y he aquí, la gloria de Jehovah se apareció en la nube. 11 Y Jehovah habló a Moisés diciendo:

12 -Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales diciendo: "Al atardecer comeréis carne, y al amanecer os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehovah vuestro Dios."

13 Al atardecer vinieron las codornices y cubrieron el campamento. Y al amanecer había una capa de rocío alrededor del campamento. 14 Cuando se evaporó la capa de rocío, he aquí que sobre la superficie del desierto había una sustancia menuda, escamosa y fina como la escarcha sobre la tierra. 15 Al verla, los hijos de Israel se preguntaron unos a otros:

-¿Qué es esto?

Pues no sabían lo que era. Entonces Moisés les dijo:

-Es el pan que Jehovah os da para comer. 16 Esto es lo que Jehovah ha mandado: "Recoged de ello cada uno según lo que necesite para comer: un gomer por persona. Cada uno recogerá según el número de las personas que están en su tienda."

17 Así lo hicieron los hijos de Israel. Unos recogieron más, y otros menos. 18 Lo midieron por gomer; y al que recogió mucho no le sobró, y al que recogió poco no le faltó. Cada uno recogió según lo que necesitaba para comer. 19 Y Moisés les dijo:

-Ninguno guarde nada de ello hasta el día siguiente.

20 Pero no obedecieron a Moisés, sino que algunos guardaron algo para el día siguiente; pero crió gusanos y hedió. Y Moisés se enojó contra ellos. 21 Lo recogían cada mañana, cada uno según lo que necesitaba para comer; y cuando el sol calentaba, se derretía. 22 En el sexto día recogieron doble porción de comida: dos gomeres para cada uno. Todos los principales de la congregación fueron a Moisés y se lo hicieron saber. 23 Y él les dijo:

-Esto es lo que ha dicho Jehovah: "Mañana es sábado de reposo, el sábado consagrado a Jehovah. Lo que tengáis que cocer al horno, cocedlo hoy; y lo que tengáis que cocinar, cocinadlo. Y todo lo que sobre, dejadlo a un lado y guardadlo para la mañana."

24 Ellos lo guardaron para la mañana, según lo había mandado Moisés, y no hedió ni crió gusanos. 25 Y dijo Moisés:

-Comedlo hoy, porque es el sábado de Jehovah. Hoy no lo hallaréis en el campo. 26 Seis días lo recogeréis; pero el séptimo día es sábado, en el cual no será hallado.

27 Aconteció que algunos del pueblo salieron para recoger en el séptimo día, y no hallaron nada. 28 Y Jehovah dijo a Moisés:

-¿Hasta cuándo rehusaréis guardar mis mandamientos y mis instrucciones? 29 Mirad que Jehovah os ha dado el sábado, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Permanezca cada uno en su lugar; nadie salga de allí en el séptimo día.

30 Así reposó el pueblo el séptimo día.

El maná conservado como memorial


31 La casa de Israel lo llamó Maná. Era como semilla de cilantro, blanco; y su sabor era como de galletas con miel. 32 Moisés dijo:

-Esto es lo que Jehovah ha mandado: "Llenad un gomer de maná para que sea conservado para vuestras generaciones, a fin de que ellas vean el pan que os di a comer en el desierto, cuando os saqué de la tierra de Egipto."

33 Moisés también dijo a Aarón:

-Toma una vasija y pon en ella un gomer lleno de maná; colócala delante de Jehovah, para que sea conservado para vuestras generaciones.

34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio, para que fuese conservado, como Jehovah había mandado a Moisés.

35 Los hijos de Israel comieron el maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Comieron maná hasta que llegaron a la frontera de la tierra de Canaán. 36 (Un gomer es la décima parte de un efa.)


Brota agua de la peña de Horeb


17 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, para continuar sus etapas, según el mandato de Jehovah; y acamparon en Refidim, donde no había agua para que el pueblo bebiese. 2 El pueblo altercó con Moisés diciendo:

-¡Danos agua para beber!

Moisés les dijo:

-¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué ponéis a prueba a Jehovah?

3 Así que el pueblo sediento murmuró allí contra Moisés diciendo:

-¿Por qué nos trajiste de Egipto para matarnos de sed, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?

4 Moisés clamó a Jehovah diciendo:

-¿Qué haré con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.

5 Jehovah respondió a Moisés:

-Pasa delante del pueblo y toma contigo a algunos de los ancianos de Israel. Toma también en tu mano la vara con que golpeaste el Nilo, y vé. 6 He aquí, yo estaré delante de ti allí sobre la peña de Horeb. Tú golpearás la peña, y saldrá de ella agua, y el pueblo beberá.

Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masá y Meriba, por el altercado de los hijos de Israel y porque pusieron a prueba a Jehovah, diciendo: "¿Está Jehovah entre nosotros, o no?"

Victoria de Israel sobre Amalec


8 Entonces vino Amalec y combatió contra Israel en Refidim. 9 Y Moisés dijo a Josué:

-Escoge algunos de nuestros hombres y sal a combatir contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cima de la colina con la vara de Dios en mi mano.

10 Josué hizo como le dijo Moisés y combatió contra Amalec, mientras Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre de la colina. 11 Sucedió que cuando Moisés alzaba su mano, Israel prevalecía; pero cuando bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Ya las manos de Moisés estaban cansadas; por tanto, tomaron una piedra y la pusieron debajo de él, y él se sentó sobre ella. Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro del otro lado. Así hubo firmeza en sus manos hasta que se puso el sol. 13 Y así derrotó Josué a Amalec y a su pueblo, a filo de espada. 14 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Escribe esto en un libro como memorial, y di claramente a Josué que yo borraré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.

15 Moisés edificó un altar y llamó su nombre Jehovah-nisi. 16 Y dijo:

-Por cuanto alzó la mano contra el trono de Jehovah, Jehovah tendrá guerra contra Amalec de generación en generación.


Jetro visita a Moisés en Refidim


18 Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, oyó todas las cosas que Dios había hecho a favor de Moisés y de su pueblo Israel, y cómo Jehovah había sacado a Israel de Egipto. 2 Y Jetro, suegro de Moisés, tomó a Séfora, la mujer de Moisés, a quien éste había enviado; 3 también tomó a sus dos hijos. (El uno se llamaba Gersón, porque Moisés había dicho: "Fui forastero en tierra extranjera." 4 El otro se llamaba Eliezer, porque había dicho: "El Dios de mi padre me ayudó y me libró de la espada del faraón.") 5 Jetro, suegro de Moisés, y la mujer de éste y sus hijos fueron a ver a Moisés en el desierto donde estaba el campamento, junto al monte de Dios. 6 Y envió a decir a Moisés: "Yo, tu suegro Jetro, vengo a ti con tu mujer y con sus dos hijos."

7 Moisés salió a recibir a su suegro, se postró ante él y lo besó. Se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y entraron en la tienda. 8 Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehovah había hecho al faraón y a los egipcios a favor de Israel, los contratiempos que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehovah. 9 Se alegró Jetro de todo el bien que Jehovah había hecho a Israel, librándole de la mano de los egipcios. 10 Jetro dijo:

-¡Bendito sea Jehovah, que os libró de mano de los egipcios y de mano del faraón! El es quien libró al pueblo de mano de los egipcios. 11 Ahora reconozco que Jehovah es más grande que todos los dioses, porque castigó a aquellos que os trataron con arrogancia.

12 Después Jetro, suegro de Moisés, ofreció un holocausto y sacrificios a Dios. Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.

Jetro asesora la elección de jueces


13 Aconteció que al día siguiente Moisés se sentó para administrar justicia al pueblo. Y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la noche. 14 Al ver el suegro de Moisés todo lo que él hacía por el pueblo, dijo:

-¿Qué es esto que haces con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú sólo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la noche?

15 Moisés respondió a su suegro:

-Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. 16 Cuando tienen cualquier asunto, vienen a mí. Yo juzgo entre uno y otro, y les hago conocer las leyes y las instrucciones de Dios.

17 Entonces el suegro de Moisés le dijo:

-No está bien lo que haces. 18 Te agotarás del todo, tú y también este pueblo que está contigo. El trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. 19 Ahora pues, escúchame; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú el portavoz del pueblo delante de Dios, y lleva los asuntos a Dios. 20 Enséñales las leyes y las instrucciones, y muéstrales el camino a seguir y lo que han de hacer. 21 Pero selecciona de entre todo el pueblo a hombres capaces, temerosos de Dios, hombres íntegros que aborrezcan las ganancias deshonestas, y ponlos al frente de ellos como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez, 22 para que juzguen al pueblo en todo tiempo. Todo asunto difícil lo traerán a ti, pero ellos juzgarán todo asunto menor. Así aliviarás la carga que hay sobre ti, haciendo que otros la compartan contigo. 23 Si haces esto, y Dios así te lo manda, tú podrás resistir; y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.

24 Moisés escuchó el consejo de su suegro e hizo todo lo que él dijo. 25 Escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel y los puso al frente del pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. 26 Ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo. Los asuntos difíciles los llevaban a Moisés, pero ellos se hacían cargo de todos los asuntos menores.

27 Entonces despidió Moisés a su suegro y lo encaminó a su tierra.


Jehovah confirma su pacto en Sinaí


19 En el mes tercero después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí. 2 Partieron de Refidim y llegaron al desierto de Sinaí, e Israel acampó allí en el desierto frente al monte. 3 Entonces Moisés subió para encontrarse con Dios, y Jehovah lo llamó desde el monte, diciendo:

-Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a los hijos de Israel: 4 "Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he levantado a vosotros sobre alas de águilas y os he traído a mí. 5 Ahora pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis para mí un pueblo especial entre todos los pueblos. Porque mía es toda la tierra, 6 y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa." Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

7 Entonces Moisés volvió y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en su presencia todas estas palabras que Jehovah le había mandado. 8 Todo el pueblo respondió a una, y dijo:

-¡Haremos todo lo que Jehovah ha dicho!

Y Moisés repitió a Jehovah las palabras del pueblo. 9 Jehovah dijo a Moisés:

-He aquí, yo vendré a ti en una densa nube, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo y te crea para siempre.

Y Moisés repitió a Jehovah las palabras del pueblo. 10 Jehovah dijo a Moisés:

-Vé al pueblo y santifícalos hoy y mañana, y que laven sus vestidos. 11 Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día Jehovah descenderá sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo. 12 Tú señalarás un límite al pueblo, alrededor, diciendo: "Guardaos; no subáis al monte ni toquéis su límite. Cualquiera que toque el monte, morirá irremisiblemente. 13 Nadie pondrá sus manos sobre él, porque ciertamente será apedreado o muerto a flechazos; sea animal u hombre, no vivirá. Sólo podrán subir al monte cuando la corneta suene prolongadamente."

14 Moisés descendió del monte al encuentro del pueblo y lo santificó, y ellos lavaron sus vestidos. 15 Entonces dijo al pueblo:

-Estad preparados para el tercer día. Absteneos de relaciones con mujer.

16 Aconteció al tercer día, al amanecer, que hubo truenos y relámpagos, una densa nube sobre el monte, y un fuerte sonido de corneta. Y todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció. 17 Moisés hizo salir al pueblo del campamento al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte. 18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehovah había descendido sobre él en medio de fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera. 19 Mientras el sonido de la corneta se intensificaba en extremo, Moisés hablaba, y Dios le respondía con truenos.

20 Jehovah descendió sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte. Entonces Jehovah llamó a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21 Jehovah dijo a Moisés:

-Desciende y advierte al pueblo, no sea que traspasen el límite para ver a Jehovah y mueran muchos de ellos. 22 Santifíquense también los sacerdotes que se acercan a Jehovah, no sea que Jehovah acometa contra ellos.

23 Moisés dijo a Jehovah:

-El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has ordenado diciendo: "Señala límites al monte y santifícalo."

24 Y Jehovah le dijo:

-Vé, desciende y luego sube tú con Aarón. Pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a encontrarse con Jehovah, no sea que él acometa contra ellos.

25 Entonces Moisés descendió al encuentro del pueblo y se lo dijo.


Los Diez Mandamientos


20 Y Dios habló todas estas palabras, diciendo: 2 "Yo soy Jehovah tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud:

3 "No tendrás otros dioses delante de mí.

4 "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy Jehovah tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen. 6 Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.

7 "No tomarás en vano el nombre de Jehovah tu Dios, porque Jehovah no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

8 "Acuérdate del día del sábado para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10 pero el séptimo día será sábado para Jehovah tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días Jehovah hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso Jehovah bendijo el día del sábado y lo santificó.

12 "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que Jehovah tu Dios te da.

13 "No cometerás homicidio.

14 "No cometerás adulterio.

15 "No robarás.

16 "No darás falso testimonio contra tu prójimo.

17 "No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo."

El pueblo teme ante la voz de Dios


18 Todo el pueblo percibía los truenos, los relámpagos, el sonido de la corneta y el monte que humeaba. Al ver esto, ellos temblaron y se mantuvieron a distancia. 19 Y dijeron a Moisés:

-Habla tú con nosotros, y escucharemos. Pero no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.

20 Y Moisés respondió al pueblo:

-No temáis, porque Dios ha venido para probaros, a fin de que que su temor esté delante de vosotros para que no pequéis.

21 Entonces el pueblo se mantuvo a distancia, y Moisés se acercó a la densa oscuridad donde estaba Dios. 22 Y Jehovah dijo a Moisés: "Así dirás a los hijos de Israel: ’Vosotros habéis visto que he hablado desde los cielos con vosotros. 23 No os hagáis dioses de plata junto a mí; tampoco os hagáis dioses de oro.’

Sobre la edificación de altares


24 "Harás para mí un altar de tierra, y sobre él sacrificarás tus holocaustos y ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas. En cualquier lugar donde yo haga recordar mi nombre vendré a ti y te bendeciré. 25 Y si me haces un altar de piedras, no lo construyas con piedras labradas; porque si alzas una herramienta sobre él, lo profanarás. 26 Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no sea descubierta sobre él.


Sobre los esclavos hebreos


21 "Estos son los decretos que expondrás ante ellos:

2 "Cuando compres un esclavo hebreo, seis años te servirá; pero al séptimo saldrá libre, gratuitamente. 3 Si entró solo, solo saldrá. Si tenía mujer, entonces su mujer saldrá con él. 4 Si su amo le ha dado mujer y ella le ha dado hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo; y él saldrá solo. 5 Y si él insiste en decir: ’Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no quiero salir libre’, 6 entonces su amo lo acercará ante los jueces, lo acercará a la puerta o al poste de la puerta y le horadará la oreja con una lezna. Y le servirá para siempre.

7 "Cuando alguien venda a su hija como esclava, ésta no saldrá libre de la misma manera que suelen salir los esclavos varones. 8 Si ella no agrada a su señor, quien la había destinado para sí mismo, él ha de permitir que ella sea rescatada. No tendrá derecho de venderla a un pueblo extranjero, por haberla decepcionado. 9 Pero si la ha tomado para su hijo, hará con ella como se acostumbra hacer con las hijas. 10 Si él toma para sí otra mujer, a la primera no le disminuirá su alimento, ni su vestido, ni su derecho conyugal. 11 Si no le provee estas tres cosas, entonces ella saldrá libre gratuitamente, sin pagar dinero.

Ofensas, compensaciones y penas


12 "El que hiere a alguien causándole la muerte morirá irremisiblemente. 13 Pero si él no lo premeditó, sino que Dios permitió que cayera en sus manos, entonces yo te pondré el lugar al cual ha de huir. 14 Pero si alguno se acalora contra su prójimo y lo mata con alevosía, lo quitarás de mi altar para que muera.

15 "El que hiera a su padre o a su madre morirá irremisiblemente.

16 "El que secuestre a una persona, sea que la venda o que ésta sea encontrada en su poder, morirá irremisiblemente.

17 "El que maldiga a su padre o a su madre morirá irremisiblemente.

18 "Cuando algunos hombres peleen y uno hiera al otro con una piedra o con el puño, y éste no muera pero caiga en cama; 19 si se levanta y anda fuera apoyado en su bastón, entonces el que le hirió será absuelto. Solamente le compensará por el tiempo de inactividad, y se hará cargo de su curación.

20 "Cuando alguien golpee a su esclavo o a su esclava con un palo, y muera en sus manos, sin falta será castigado. 21 Pero si sobrevive uno o dos días, no será castigado, porque es propiedad suya.

22 "Cuando algunos hombres peleen y hieran a una mujer encinta y ésta aborte sin mayor daño, el culpable será multado de acuerdo con lo que le imponga el marido de la mujer y según lo que establezcan los jueces. 23 Pero si ocurre un daño mayor, entonces pagará vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

26 "Cuando alguien hiera el ojo de su esclavo o el ojo de su esclava y lo destruya, lo dejará ir libre en compensación por su ojo. 27 Si ocasiona la pérdida de un diente a su esclavo o un diente a su esclava, le dejará ir libre en compensación por su diente."

Muerte causada por animales


28 "Cuando un buey acornee a un hombre o a una mujer, y como consecuencia muera, el buey morirá apedreado, y no se comerá su carne; pero su dueño será absuelto. 29 Si el buey era corneador en el pasado y a su dueño se le había advertido, pero no lo había guardado, y mata a un hombre o a una mujer, el buey morirá apedreado; y también morirá el dueño. 30 Si le es impuesta una multa, entonces dará en rescate de su vida cuanto le sea impuesto. 31 Si ha acorneado a un hijo o a una hija, se hará con él conforme a este mismo decreto. 32 Si el buey acornea a un esclavo o a una esclava, el dueño del buey dará 30 siclos de plata al dueño del esclavo; y el buey morirá apedreado.

Muerte ocasionada a animales


33 "Cuando alguien deje abierta o cave una cisterna, y no la cubra, y allí caiga un buey o un asno, 34 el dueño de la cisterna pagará a su dueño su valor en dinero; y el animal muerto será suyo.

35 "Cuando el buey de alguien hiera al buey de su prójimo, y muera, entonces venderán el buey vivo y se repartirán el dinero. También se repartirán el buey muerto. 36 Pero si se sabía que el buey era corneador en el pasado y su dueño no lo había guardado, pagará buey por buey; y el buey muerto será suyo.


Leyes acerca de la restitución


22 1 "Cuando alguien robe un buey o una oveja y lo degüelle o venda, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja, pagará cuatro ovejas. 2 Si un ladrón es hallado forzando una casa, y es herido y muere, no hay castigo. 3 Pero si sucede después de salido el sol, sí, hay castigo. Al ladrón le corresponde hacer restitución, y si no tiene con qué, será vendido por lo que ha robado. 4 Si lo robado es hallado vivo en su poder, sea buey, asno u oveja, pagará el doble.

5 "Cuando alguien deje pastar su ganado en un campo o una viña y permita que su ganado pase a otro campo, pagará con lo mejor de su propio campo y con lo mejor de su viña.

6 "Cuando un fuego se extienda y halle espinos, y sean destruidas las gavillas o la mies o un campo, el que prendió el fuego, sin falta pagará el daño del incendio.

7 "Cuando alguien dé a su prójimo plata u objetos para que los guarde, y éstos sean robados de la casa del hombre; si es hallado el ladrón, éste pagará el doble. 8 Pero si no es hallado el ladrón, entonces al señor de la casa se le hará comparecer ante los jueces para determinar si ha metido la mano en la propiedad de su prójimo.

9 "Sobre todo asunto de posesión ilegal, sea con respecto a buey, asno, oveja, vestido o cualquier propiedad perdida, si uno dice: ’Esto es mío’, la causa de ambos será llevada ante los jueces. Y aquel a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su prójimo.

10 "Cuando alguien entregue a su prójimo un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal para que lo guarde, y se muera o se lastime, o sea robado sin que nadie lo vea, 11 tendrá lugar entre ambos un juramento ante Jehovah, de que no ha metido la mano en la propiedad de su prójimo. El dueño aceptará su testimonio, y el otro no hará restitución. 12 Pero si efectivamente le ha sido robado, él hará restitución a su dueño. 13 Y si el animal fue despedazado, él llevará al dueño evidencia del animal despedazado; y no hará restitución.

14 "Cuando alguien pida prestado un animal a su prójimo y sea lesionado o muerto en ausencia de su dueño, hará completa restitución. 15 Pero si el dueño estuvo presente, no la hará. Si el animal era alquilado, los daños están incluidos en el alquiler.

16 "Cuando alguien seduzca a una mujer virgen no desposada y se acueste con ella, deberá pagar el precio matrimonial por ella y la tomará por mujer. 17 Pero si el padre de ella rehúsa dársela, a pesar de ello él pagará en dinero el precio matrimonial.

Leyes diversas


18 "No dejarás que vivan las brujas.

19 "Cualquiera que tiene cópula con un animal morirá irremisiblemente.

20 "El que ofrece sacrificio a un dios que no sea Jehovah, será anatema.

21 "No maltratarás ni oprimirás al extranjero, porque también vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto.

22 "No afligirás a ninguna viuda ni huérfano. 23 Porque si llegas a afligirle y él clama a mí, ciertamente oiré su clamor, 24 y mi furor se encenderá, y os mataré a espada; y vuestras mujeres quedarán viudas, y vuestros hijos huérfanos.

25 "Si das prestado dinero a algún pobre de mi pueblo que está contigo, no te portarás con él como usurero, ni le impondrás intereses. 26 Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás a la puesta del sol. 27 Porque eso es su única cubierta; eso es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿Con qué más ha de dormir? Cuando él clame a mí, yo le oiré; porque soy misericordioso.

28 "No maldecirás a los jueces, ni hablarás mal del gobernante de tu pueblo.

29 "No demorarás en presentar las primicias de tu cosecha ni de tu lagar.

"Me darás el primogénito de tus hijos. 30 Lo mismo harás con el de tus vacas y el de tus ovejas. Siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.

31 "Me seréis hombres santos. No comeréis la carne de un animal despedazado en el campo. A los perros se la echaréis.


Principios de bondad y honestidad


23 "No suscitarás rumores falsos, ni te pondrás de acuerdo con el impío para ser testigo perverso.

2 "No seguirás a la mayoría para hacer el mal. No testificarás en un pleito, inclinándote a la mayoría, para pervertir la causa. 3 Tampoco harás favoritismo al pobre en su pleito.

4 "Si encuentras extraviado el buey o el asno de tu enemigo, devuélveselo. 5 Si ves caído debajo de su carga el asno del que te aborrece, no lo dejes abandonado. Ciertamente le ayudarás con él.

6 "No pervertirás el derecho del necesitado en su pleito. 7 Te alejarás de las palabras de mentira, y no condenarás a morir al inocente y al justo; porque yo no justificaré al culpable.

8 "No recibirás soborno, porque el soborno ciega a los que ven con claridad y pervierte las palabras de los justos.

9 "No oprimirás al extranjero; pues vosotros sabéis cómo es el ánimo del extranjero, porque vosotros habéis sido extranjeros en la tierra de Egipto.

El sábado y el año sabático


10 "Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto. 11 Pero el séptimo la dejarás sin cultivar y vacante, para que coman de ella los necesitados de tu pueblo y para que de lo que quede coman también los animales del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar.

12 "Seis días te dedicarás a tus labores; pero en el séptimo día cesarás, para que descansen tu buey y tu asno, y renueven fuerzas el hijo de tu sierva y el forastero.

13 "Guardaréis todo lo que os he dicho. No mencionaréis los nombres de otros dioses, ni se los oiga en vuestros labios.

Las fiestas de peregrinación


14 "Tres veces al año me celebrarás fiesta:

15 "Guardarás la fiesta de los panes sin levadura. Siete días comerás panes sin levadura, como te he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib; porque en él saliste de Egipto. Y nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.

16 "Guardarás también la fiesta de la siega y de los primeros frutos de lo que hayas sembrado en el campo.

"También guardarás la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido del campo el fruto de tus labores.

17 "Tres veces al año se presentarán todos tus hombres delante de Jehovah el Señor.

Ofrendas y sacrificios


18 "No ofrecerás la sangre de mi sacrificio junto con algo que tenga levadura.

"No quedará el sebo de mi ofrenda hasta la mañana.

19 "Traerás lo mejor de las primicias de tu tierra a la casa de Jehovah tu Dios.

"No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

Condiciones para la prosperidad


20 "He aquí, yo envío un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te lleve al lugar que yo he preparado. 21 Guarda tu conducta delante de él y escucha su voz. No le resistas, porque él no perdonará vuestra rebelión, pues mi nombre está en él. 22 Pero si en verdad escuchas su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios. 23 Porque mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra de los amorreos, heteos, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos, y yo los destruiré. 24 No te inclinarás ante sus dioses ni les rendirás culto, ni harás como ellos hacen. Más bien, los destruirás del todo y romperás por completo sus piedras rituales. 25 Pero servirás a Jehovah tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré las enfermedades de en medio de ti. 26 No habrá en tu tierra mujer que aborte ni mujer estéril. Al número de tus días yo daré plenitud.

27 "Yo enviaré mi terror delante de ti y traeré confusión a todo pueblo donde tú entres. Haré que todos tus enemigos huyan de delante de ti. 28 Yo enviaré delante de ti la avispa, la cual echará de tu presencia a los heveos, cananeos y heteos. 29 No los echaré de tu presencia en un solo año, para que la tierra no quede desolada ni se multipliquen contra ti las fieras del campo. 30 Poco a poco los echaré de tu presencia, hasta que multipliques y tomes posesión de la tierra. 31 Yo estableceré tus fronteras desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos; y desde el desierto hasta el Río. Yo entregaré en vuestra mano a los habitantes del país, y tú los echarás de tu presencia. 32 No harás pacto con ellos ni con sus dioses. 33 No habitarán en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí; porque si rindes culto a sus dioses, ciertamente ellos te harán tropezar."


Confirmación del pacto en Sinaí


24 Dios dijo a Moisés:

-Subid ante Jehovah, tú, Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel, y os postraréis a distancia. 2 Luego se acercará Moisés solo a Jehovah; pero no se acerquen ellos, ni suba el pueblo con él.

3 Moisés fue y refirió al pueblo todas las palabras de Jehovah y todos los decretos, y todo el pueblo respondió a una voz diciendo:

-Haremos todas las cosas que Jehovah ha dicho.

4 Moisés escribió todas las palabras de Jehovah. Y levantándose muy de mañana, erigió al pie del monte un altar y doce piedras según las doce tribus de Israel. 5 Luego mandó a unos jóvenes de los hijos de Israel, y éstos ofrecieron holocaustos y mataron toros como sacrificios de paz a Jehovah. 6 Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. 7 Asimismo, tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo:

-Haremos todas las cosas que Jehovah ha dicho, y obedeceremos.

8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo:

-He aquí la sangre del pacto que Jehovah ha hecho con vosotros referente a todas estas palabras.

9 Luego Moisés, Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel subieron, 10 y vieron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había como un pavimento de zafiro, semejante en pureza al mismo cielo. 11 Y no extendió su mano contra los principales de los hijos de Israel. Ellos vieron a Dios, y comieron y bebieron. 12 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Sube a mí, al monte, y espera allí. Yo te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para enseñarles.

13 Se levantaron Moisés y Josué su ayudante, y Moisés subió al monte de Dios; 14 y dijo a los ancianos:

-Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros. He aquí Aarón y Hur están con vosotros. El que tenga algún asunto, acuda a ellos.

15 Entonces Moisés subió al monte, y la nube cubrió el monte. 16 La gloria de Jehovah posó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día él llamó a Moisés de dentro de la nube. 17 Y la apariencia de la gloria de Jehovah en la cumbre del monte era como un fuego consumidor ante los ojos de los hijos de Israel. 18 Moisés entró en la nube y subió al monte. Y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.


Ofrenda para el tabernáculo


25 Jehovah habló a Moisés diciendo: 2 "Di a los hijos de Israel que tomen para mí una ofrenda; de todo hombre cuyo corazón le mueva a hacerlo tomaréis mi ofrenda. 3 Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, bronce, 4 material azul, púrpura, carmesí, lino, pelo de cabra, 5 pieles de carnero teñidas de rojo, pieles finas, madera de acacia, 6 aceite para la iluminación, especias aromáticas para el aceite de la unción y para el incienso aromático, 7 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral. 8 Que me hagan un santuario, y yo habitaré en medio de ellos. 9 Haréis el diseño del tabernáculo y el de todos sus accesorios, conforme a todo lo que yo te mostraré.

El arca del testimonio


10 "Harás un arca de madera de acacia. Será de dos codos y medio de largo, de un codo y medio de ancho, y de un codo y medio de alto. 11 La recubrirás de oro puro; por dentro y por fuera la recubrirás, y harás sobre ella una moldura de oro alrededor. 12 Para ella harás cuatro aros de oro fundido, los cuales pondrás en sus cuatro patas: dos aros a un lado de ella, y dos aros al otro lado. 13 Harás unas varas de madera de acacia, las cuales recubrirás de oro; 14 y meterás las varas por los aros a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. 15 Las varas permanecerán en los aros del arca; no se quitarán de ella. 16 Pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

El propiciatorio


17 "Harás un propiciatorio de oro puro. Será de dos codos y medio de largo, y de un codo y medio de ancho. 18 Harás también dos querubines; de oro modelado a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. 19 Harás un querubín en un extremo, y el otro querubín en el otro extremo. De una sola pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. 20 Los querubines extenderán las alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus caras estarán una frente a la otra; las caras de los querubines estarán mirando hacia el propiciatorio.

21 "Pondrás el propiciatorio sobre el arca, por encima; y dentro del arca pondrás el testimonio que yo te daré. 22 Allí me encontraré contigo, y desde encima del propiciatorio, de en medio de los querubines que están sobre el arca del testimonio, hablaré contigo de todo lo que te mande para los hijos de Israel.

La mesa de la Presencia


23 "Harás una mesa de madera de acacia. Será de dos codos de largo, de un codo de ancho y de un codo y medio de alto. 24 La recubrirás de oro puro y le harás una moldura de oro alrededor. 25 Le harás también un marco alrededor, de un palmo menor de ancho, y al marco le harás una moldura de oro alrededor. 26 Le harás cuatro aros de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 27 Próximos al marco estarán los aros, donde se colocarán las varas para llevar la mesa.

28 "Harás las varas de madera de acacia y las recubrirás de oro; con ellas será llevada la mesa. 29 También harás sus platos, sus cucharas, sus vasijas y sus tazones para hacer la libación; los harás de oro puro. 30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la Presencia, continuamente, delante de mí.

El candelabro de oro


31 "Harás un candelabro de oro puro modelado a martillo. El candelabro con su base, su tallo, sus cálices, sus botones y sus flores será de una sola pieza. 32 Seis brazos saldrán de sus lados: tres brazos del candelabro de un lado, y tres brazos del candelabro del otro lado. 33 Habrá tres cálices en forma de flor de almendro en un brazo, con un botón y una flor; y tres cálices en forma de flor de almendro en el otro brazo, con un botón y una flor; así en los seis brazos que salen del candelabro. 34 En el tallo del candelabro habrá cuatro cálices en forma de flor de almendro, con sus botones y sus flores. 35 Habrá un botón debajo de dos brazos del mismo, otro botón debajo de otros dos brazos del mismo, y otro botón debajo de los otros dos brazos del mismo; así con los seis brazos que salen del candelabro. 36 Sus botones y sus brazos serán de una sola pieza con él; todo será una pieza de oro puro modelado a martillo.

37 "Además, le harás siete lámparas, y las pondrás en alto, para que alumbren hacia adelante. 38 También sus despabiladeras y sus platillos serán de oro puro. 39 Lo harás de un talento de oro puro, junto con todos estos accesorios. 40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.


Las piezas del tabernáculo


26 "Harás el tabernáculo de diez tapices de lino torcido, de material azul, de púrpura y de carmesí. Y los decorarás con querubines, obra de fina artesanía. 2 Cada tapiz será de 28 codos de largo y de 4 codos de ancho. Todos los tapices tendrán la misma medida. 3 Cinco tapices se unirán el uno con el otro; y también los otros cinco tapices se unirán el uno con el otro. 4 Harás lazos de hilo azul en la orilla de cada tapiz del extremo de la unión, y lo mismo harás en la orilla del tapiz del extremo en la otra unión. 5 Harás cincuenta lazos en el primer tapiz, y otros cincuenta en el extremo del tapiz de la otra unión, estando los lazos contrapuestos, uno frente al otro. 6 También harás cincuenta ganchos de oro con los cuales unirás los tapices el uno con el otro, de manera que el tabernáculo forme un solo conjunto.

7 "Asimismo, harás tapices de pelo de cabra para la tienda que estará sobre el tabernáculo, once tapices en total. 8 Cada tapiz será de 30 codos de largo y de 4 codos de ancho. Los once tapices tendrán una misma medida. 9 Unirás cinco tapices en un conjunto, y seis tapices en el otro conjunto. Doblarás el sexto tapiz para que vaya en la parte frontal del tabernáculo. 10 Harás cincuenta lazos en la orilla del tapiz del extremo, en la primera unión; y otros cincuenta lazos en la orilla del otro tapiz, en la segunda unión. 11 Asimismo, harás cincuenta ganchos de bronce, los cuales meterás en los lazos, y juntarás la tienda de manera que forme un conjunto. 12 El sobrante de los tapices de la cubierta, que es de medio tapiz, colgará hacia la parte posterior del tabernáculo. 13 Y el codo de un lado y el otro codo del otro lado, que sobran a lo largo de los tapices de la tienda, colgarán sobre los lados del tabernáculo, a un lado y al otro, para cubrirlo.

14 "También harás para el tabernáculo una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, y sobre ésta habrá una cubierta de pieles finas.

15 "Harás para el tabernáculo tablones de madera de acacia para estar puestos de manera vertical. 16 Cada tablón será de 10 codos de largo y de un codo y medio de ancho. 17 Cada tablón tendrá dos espigas para ser trabadas una con otra. Así harás con todos los tablones del tabernáculo. 18 Harás para el lado sur del tabernáculo veinte tablones. 19 Harás cuarenta bases de plata para estar debajo de los veinte tablones: dos bases debajo de un tablón para sus dos espigas, y dos bases debajo de otro tablón para sus dos espigas. 20 Y para el otro lado del tabernáculo, el lado norte, harás otros veinte tablones, 21 con sus cuarenta bases de plata, dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón. 22 Para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablones. 23 Harás, además, dos tablones para las esquinas del tabernáculo en los dos extremos posteriores, 24 los cuales estarán unidos por abajo y unidos por arriba con un aro. Así será con los dos tablones para las dos esquinas. 25 De modo que habrá ocho tablones con sus bases de plata, dieciséis bases; dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón.

26 "Harás también travesaños de madera de acacia: cinco para los tablones de un lado del tabernáculo; 27 cinco travesaños para los tablones del otro lado del tabernáculo, y cinco travesaños para los tablones del lado posterior del tabernáculo, al occidente. 28 El travesaño del centro pasará por la mitad de los tablones, de un extremo al otro extremo. 29 Recubrirás de oro los tablones. Harás también de oro sus aros en los cuales se han de meter los travesaños. También recubrirás de oro los travesaños. 30 Y levantarás el tabernáculo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

31 "Harás también un velo de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, decorado con querubines, obra de fina artesanía. 32 Lo pondrás sobre cuatro pilares de madera de acacia recubiertos de oro, con sus ganchos de oro sobre las cuatro bases de plata. 33 Harás colgar el velo de los ganchos. Introducirás detrás del velo el arca del testimonio. Aquel velo os servirá de separación entre el lugar santo y el lugar santísimo. 34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio, en el lugar santísimo.

35 "Pondrás la mesa fuera del velo, y el candelabro frente a la mesa, en el lado sur del tabernáculo. Y pondrás la mesa en el lado norte.

36 "Harás para la entrada del tabernáculo una cortina de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, obra de bordador. 37 Harás para la cortina cinco pilares de madera de acacia, y los recubrirás de oro. Sus ganchos serán de oro; y les harás cinco bases de bronce fundido.


El altar del holocausto


27 "Harás un altar de madera de acacia. Será cuadrado, de 5 codos de largo, de 5 codos de ancho y de 3 codos de alto. 2 Le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán de una misma pieza. Y lo recubrirás de bronce. 3 También harás sus bandejas para las cenizas, sus palas, sus tazones para la aspersión, sus tenedores y sus baldes. Harás de bronce todos sus utensilios. 4 Le harás una rejilla de bronce en forma de red, y sobre la red harás cuatro aros de bronce en sus cuatro extremos. 5 Y la pondrás por debajo y alrededor del borde del altar. La red llegará hasta la mitad del altar.

6 "Harás varas para el altar, varas de madera de acacia, y las recubrirás de bronce. 7 Las varas se meterán por los aros. Esas varas estarán a los dos lados del altar cuando sea transportado. 8 Harás el altar hueco, hecho de tablas. De la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harán.

El atrio del tabernáculo


9 "Harás el atrio del tabernáculo. En el lado sur el atrio tendrá mamparas de lino torcido a lo largo de 100 codos, por un lado. 10 Sus veinte pilares y sus veinte bases serán de bronce. Los ganchos de los pilares y sus bandas serán de plata. 11 De la misma manera, en el lado norte habrá mamparas a lo largo de 100 codos, con sus veinte pilares y sus veinte bases de bronce. Los ganchos de los pilares y sus bandas serán de plata.

12 "El ancho del atrio en el lado occidental tendrá 50 codos de mamparas. Sus pilares serán diez, con sus diez bases. 13 El ancho del atrio al frente, es decir, al este, será de 50 codos. 14 Las mamparas de un lado tendrán 15 codos, con sus tres pilares y sus tres bases. 15 Al otro lado las mamparas tendrán 15 codos, y sus pilares y sus bases también serán tres.

16 "En la entrada del atrio habrá una cortina de 20 codos, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, obra de bordador. Sus pilares y sus bases serán cuatro. 17 Todos los pilares alrededor del atrio estarán ceñidos de plata. Sus ganchos serán de plata, y sus bases de bronce. 18 El atrio será de 100 codos de largo, de 50 codos de ancho y de 5 codos de alto. Sus mamparas serán de lino torcido; y sus bases, de bronce.

19 "Todos los utensilios para el servicio del tabernáculo, así como todas sus estacas y las del atrio, serán de bronce.

Aceite para las lámparas


20 "Tú mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas claro y puro para la iluminación, a fin de hacer arder continuamente las lámparas. 21 Aarón y sus hijos las dispondrán delante de Jehovah, en el tabernáculo de reunión, fuera del velo que está delante del testimonio, desde el anochecer hasta el amanecer. Este es un estatuto perpetuo de los hijos de Israel, a través de sus generaciones.


Las vestiduras sacerdotales


28 "Harás que se acerque a ti, de entre los hijos de Israel, tu hermano Aarón y sus hijos con él, para que Aarón y sus hijos Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar me sirvan como sacerdotes. 2 Harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, que le den gloria y esplendor. 3 Tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes he llenado de espíritu de sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Aarón, para consagrarlo a fin de que me sirva como sacerdote. 4 Las vestiduras que serán confeccionadas son las siguientes: el pectoral, el efod, la túnica, el vestido a cuadros, el turbante y el cinturón. Harán las vestiduras sagradas para tu hermano Aarón y para sus hijos, a fin de que me sirvan como sacerdotes.

El efod


5 "Tomarán oro, material azul, púrpura, carmesí y lino; 6 y harán el efod de oro, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, obra de fina artesanía. 7 Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, para poderse unir. 8 Su ceñidor para ajustar el efod, que estará sobre éste, será de su misma hechura y de los mismos materiales: oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 9 Tomarás dos piedras de ónice y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel: 10 seis de sus nombres en una piedra y los nombres de los seis restantes en la otra piedra, conforme al orden de su nacimiento. 11 Por mano de grabador en piedra y con grabadura de sello, harás grabar aquellas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel, y les harás engastes de oro alrededor. 12 Y pondrás aquellas piedras sobre las hombreras del efod, como piedras memoriales para los hijos de Israel. Aarón llevará sus nombres delante de Jehovah, sobre sus dos hombreras, como memorial. 13 Harás engastes de oro, 14 y dos cadenillas de oro puro, trenzadas como cordón, y fijarás en los engastes las cadenillas trenzadas como cordón.

El pectoral del juicio


15 "Harás el pectoral del juicio, obra de fina artesanía; lo harás como la hechura del efod: de oro, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido. 16 Será cuadrado y plegado; será de un palmo de largo y de un palmo de ancho. 17 Lo llenarás con los engastes de piedras, con cuatro hileras de piedras: La primera hilera tendrá un rubí, un topacio y un berilo. 18 La segunda hilera tendrá una turquesa, un zafiro y un diamante. 19 La tercera hilera tendrá un jacinto, un ágata y una amatista. 20 La cuarta hilera tendrá un crisólito, un ónice y un jaspe. Estas piedras estarán montadas en engastes de oro. 21 Las piedras corresponderán a los nombres de los hijos de Israel; serán doce como sus nombres. Corresponderán a las doce tribus, como grabaduras de sello, cada una con su nombre.

22 "Harás sobre el pectoral cadenillas trenzadas como cordón, de oro puro. 23 Harás también sobre el pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás en los dos extremos del pectoral. 24 Meterás los dos cordones de oro en los dos anillos, en los extremos del pectoral. 25 Los dos extremos de ambos cordones fijarás sobre los dos engastes, y los fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera.

26 "Harás también otros dos anillos de oro, los que pondrás en los dos extremos del pectoral, en el borde que está al lado interior del efod. 27 Harás también otros dos anillos de oro y los fijarás en la parte inferior de las dos hombreras del efod, en su parte delantera, frente a su unión sobre el ceñidor del efod. 28 Así atarán el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón azul, para que esté sobre el ceñidor del efod y para que el pectoral no se desprenda del efod. 29 Y cuando Aarón entre en el santuario, llevará los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, para memorial continuo delante de Jehovah.

30 "Y pondrás el Urim y el Tumim en el pectoral del juicio, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre a la presencia de Jehovah. Así llevará continuamente Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón, en presencia de Jehovah.

La túnica del efod


31 "Harás la túnica del efod toda de material azul. 32 En medio de ella, en la parte superior, habrá una abertura que tendrá un borde alrededor. Será obra de tejedor, como la abertura de una coraza de cuero, para que no se rompa. 33 En sus bordes inferiores harás granadas de material azul, de púrpura y de carmesí; y entre ellas y alrededor de sus bordes harás campanillas de oro: 34 campanilla de oro y granada, luego campanilla de oro y granada, alrededor de los bordes de la túnica. 35 Aarón las llevará cuando ministre. Su sonido se oirá cuando entre en el santuario delante de Jehovah, y cuando salga, para que no muera.

Otras vestiduras sacerdotales


36 "Harás de oro puro una lámina en forma de flor, y grabarás en ella con grabadura de sello: ’Consagrado a Jehovah.’ 37 La colocarás sobre un cordón azul, y estará sobre el turbante; estará en la parte delantera del turbante. 38 Estará sobre la frente de Aarón, y Aarón cargará con la culpa relacionada con las cosas sagradas que los hijos de Israel hayan consagrado, todos sus obsequios sagrados. Estará continuamente sobre su frente para que hallen gracia delante de Jehovah.

39 "Tejerás a cuadros un vestido de lino y harás un turbante de lino. Harás también un cinturón, obra de bordador. 40 También harás vestidos y cinturones para los hijos de Aarón, y les harás turbantes para gloria y esplendor. 41 Con ellos vestirás a tu hermano Aarón, y con él a sus hijos. Los ungirás, los investirás y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes.

42 "También les harás pantalones de lino para cubrir su desnudez desde la cintura hasta los muslos. 43 Aarón y sus hijos estarán vestidos con ellos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el santuario; no sea que carguen con la culpa y mueran. Este es un estatuto perpetuo para él y para sus descendientes después de él.


Consagración de Aarón y sus hijos


29 "Esto es lo que harás para consagrarlos, para que me sirvan como sacerdotes: Toma un novillo, dos carneros, sin defecto; 2 panes sin levadura, tortas sin levadura amasadas con aceite y galletas sin levadura untadas con aceite. Harás estas cosas de harina fina de trigo. 3 Las pondrás en una cesta, y los ofrecerás en la cesta, junto con el novillo y los dos carneros. 4 Harás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 5 Tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón con el vestido, la túnica del efod, el efod y el pectoral, y lo sujetarás con el ceñidor del efod. 6 Pondrás el turbante sobre su cabeza, y sobre el turbante pondrás la diadema sagrada. 7 Luego tomarás el aceite de la unción y lo derramarás sobre su cabeza; así lo ungirás. 8 Luego harás que se acerquen sus hijos y los vestirás con los vestidos. 9 Ceñirás los cinturones a Aarón y a sus hijos, y les pondrás los turbantes, y tendrán el sacerdocio por estatuto perpetuo. Así investirás a Aarón y a sus hijos.

10 "Luego acercarás el novillo delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo. 11 Degollarás el novillo delante de Jehovah, a la entrada del tabernáculo de reunión. 12 Tomarás parte de la sangre del novillo y la pondrás con tu dedo sobre los cuernos del altar; y derramarás el resto de la sangre al pie del altar. 13 Tomarás también todo el sebo que cubre las vísceras, el sebo que está sobre el hígado y los dos riñones con el sebo que los cubre, y lo harás arder sobre el altar. 14 Pero quemarás en el fuego fuera del campamento la carne, la piel y el estiércol del novillo. Es un sacrificio por el pecado.

15 "Asimismo, tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 16 Degollarás el carnero, tomarás su sangre y la rociarás encima y alrededor del altar. 17 Cortarás el carnero en pedazos, lavarás sus vísceras y sus piernas, y las pondrás con sus pedazos y con su cabeza. 18 Harás arder todo el carnero sobre el altar. Es holocausto de grato olor a Jehovah, ofrenda quemada a Jehovah.

19 "Luego tomarás el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 20 Degollarás el carnero, y tomarás parte de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, sobre el dedo pulgar de sus manos derechas y sobre el dedo pulgar de sus pies derechos. Derramarás el resto de la sangre encima y alrededor del altar. 21 Luego tomarás parte de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la unción, y los rociarás sobre Aarón y sus vestiduras, y sobre sus hijos y sus vestiduras. Así serán consagrados Aarón y sus vestiduras, y con él sus hijos y sus vestiduras.

22 "Luego tomarás el sebo del carnero, la rabadilla, el sebo que cubre las vísceras, el sebo que está sobre el hígado, los dos riñones con el sebo que los cubre y el muslo derecho, porque es el carnero de la investidura. 23 También tomarás de la cesta de los panes sin levadura que está delante de Jehovah, un pan, una torta de pan amasada con aceite y una galleta. 24 Pondrás todas estas cosas en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y las mecerás como ofrenda mecida delante de Jehovah. 25 Después las tomarás de sus manos y las harás arder en el altar, sobre el holocausto, como grato olor delante de Jehovah. Es una ofrenda quemada a Jehovah.

26 "Entonces tomarás el pecho del carnero de la investidura de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehovah. Esta será tu porción. 27 Apartarás el pecho de la ofrenda mecida y el muslo de la ofrenda alzada, lo que fue mecido y lo que fue alzado del carnero de la investidura, de lo que era para Aarón y para sus hijos. 28 Esto será para Aarón y para sus hijos de parte de los hijos de Israel, por estatuto perpetuo, porque es ofrenda alzada. Será una ofrenda de parte de los hijos de Israel, de sus sacrificios de paz como ofrenda alzada para Jehovah.

29 "Las vestiduras sagradas de Aarón serán para sus hijos después de él, para que con ellas sean ungidos y para que con ellas sean investidos. 30 El hijo suyo que sea sacerdote en su lugar y que entre al tabernáculo de reunión para servir en el santuario, las vestirá durante siete días.

31 "Tomarás el carnero de la investidura y cocerás su carne en un lugar santo. 32 Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que está en la cesta, a la entrada del tabernáculo de reunión. 33 Ellos comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación para investirlos y consagrarlos; pero ningún extraño comerá de ellas, porque son sagradas. 34 Si sobra algo de la carne de la investidura y del pan hasta la mañana, quemarás al fuego lo que haya sobrado. No se comerá, porque es cosa sagrada.

35 "Así harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todas las cosas que yo te he mandado. Durante siete días los investirás. 36 Y cada día ofrecerás un toro como sacrificio por el pecado, para hacer expiación. Purificarás el altar al hacer expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. 37 Durante siete días expiarás el altar y lo santificarás; así será un altar santísimo. Todo lo que toque al altar será santificado.

El holocausto continuo


38 "Esto es lo que ofrecerás sobre el altar cada día, continuamente: dos corderos de un año. 39 Ofrecerás uno de los corderos al amanecer, y el otro cordero lo ofrecerás al atardecer. 40 Además, con cada cordero ofrecerás la décima parte de un efa de harina fina, mezclada con la cuarta parte de un hin de aceite puro de olivas. La libación será de la cuarta parte de un hin de vino.

41 "Ofrecerás el otro cordero al atardecer. Con él presentarás una ofrenda vegetal como la de la mañana, y del mismo modo su libación, como grato olor. Es una ofrenda quemada a Jehovah.

42 "Esto será, a través de vuestras generaciones, el holocausto continuo delante de Jehovah, a la entrada del tabernáculo de reunión, donde me encontraré contigo para hablarte allí. 43 También me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria. 44 Santificaré el tabernáculo de reunión y el altar. Asimismo, santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. 45 Yo habitaré en medio de los hijos de Israel, y seré su Dios. 46 Y conocerán que yo soy Jehovah su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo, Jehovah, su Dios.


El altar del incienso


30 "Harás asimismo un altar para quemar incienso. Lo harás de madera de acacia. 2 Será cuadrado, de un codo de largo, de un codo de ancho y de dos codos de alto. Sus cuernos serán hechos de la misma pieza. 3 Lo recubrirás de oro puro, tanto su cubierta como sus paredes alrededor y sus cuernos. Le harás alrededor una moldura de oro. 4 Le harás también dos aros de oro debajo de su moldura en sus dos costados, en sus dos lados, donde se colocarán las varas con que será transportado. 5 Harás las varas de madera de acacia y las recubrirás de oro.

6 "Pondrás el altar delante del velo que está junto al arca del testimonio y delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me encontraré contigo. 7 Aarón quemará incienso aromático sobre él; lo quemará cada mañana cuando prepare las lámparas. 8 Cuando encienda las lámparas al anochecer, también quemará incienso delante de Jehovah, continuamente, a través de vuestras generaciones. 9 No ofreceréis sobre el altar incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda vegetal. Tampoco derramaréis libación sobre él. 10 Una vez al año Aarón hará expiación sobre los cuernos del altar. Con la sangre de la víctima para la expiación por el pecado, hará expiación sobre él, una vez al año, a través de vuestras generaciones. Será muy sagrado a Jehovah."

El medio siclo para el tabernáculo


11 Jehovah habló a Moisés diciendo: 12 "Cuando hagáis el censo para obtener el número de los hijos de Israel, según los que sean contados de ellos, cada uno dará a Jehovah el rescate por su persona. Así no habrá mortandad entre ellos, cuando hayan sido contados. 13 Esto dará todo el que sea contado: medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo tiene 20 geras. La mitad de un siclo será la ofrenda alzada para Jehovah. 14 Cada uno que sea contado, de veinte años para arriba, dará esta ofrenda alzada para Jehovah. 15 Al entregar la ofrenda alzada para Jehovah a fin de hacer expiación por vuestras personas, el rico no dará más, ni el pobre dará menos del medio siclo. 16 Tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión. Ello será un memorial a los hijos de Israel, delante de Jehovah, para hacer expiación por vuestras personas."

La fuente de bronce


17 Jehovah también habló a Moisés diciendo: 18 "También harás una fuente de bronce para lavarse, con su base también de bronce. La pondrás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua. 19 Aarón y sus hijos se lavarán en ella sus manos y sus pies. 20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran. Cuando se acerquen al altar para servir y presentar la ofrenda quemada a Jehovah, 21 también se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Esto será un estatuto perpetuo, tanto para él como para sus descendientes, a través de sus generaciones."

El aceite de la santa unción


22 Jehovah también habló a Moisés diciendo: 23 "Toma especias aromáticas: de mirra granulada de primera, 500 siclos; de canela aromática, la mitad, es decir, 250; de cálamo aromático, 250; 24 de casia, 500, según el siclo del santuario; y un hin de aceite de oliva. 25 Con esto prepararás el aceite de la santa unción. Será un ungüento combinado, obra de perfumador, el cual será el aceite de la santa unción. 26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión y el arca del testimonio, 27 la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus utensilios, el altar del incienso, 28 el altar del holocausto con todos sus utensilios y la fuente con su base. 29 Así los consagrarás, y serán cosas muy sagradas. Todo lo que los toque será santificado.

30 "También ungirás a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás, para que me sirvan como sacerdotes. 31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: ’Este será mi aceite de la santa unción a través de todas vuestras generaciones. 32 No será vertido sobre el cuerpo de ningún hombre, ni haréis una composición similar. Sagrado es, y sagrado será para vosotros. 33 Cualquiera que prepare un ungüento similar y cualquiera que ponga de él sobre una persona extraña será excluido de su pueblo.’ "

El incienso aromático


34 Jehovah dijo también a Moisés: "Toma especias: estacte, uña aromática, gálbano e incienso puro; igual peso de cada cosa. 35 Haz con ello el incienso aromático, obra de perfumador, salado, puro y santo. 36 Molerás una parte de él muy fina y la pondrás delante del testimonio, en el tabernáculo de reunión, donde yo me encontraré contigo. Será para vosotros cosa muy sagrada. 37 No os haréis incienso de una composición similar. Te será cosa sagrada para Jehovah; 38 cualquiera que haga una composición similar para olerla será excluido de su pueblo."


Artesanos a cargo del tabernáculo


31 Jehovah habló a Moisés diciendo: 2 "Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, 4 para hacer diseños artísticos y para trabajar en oro, plata y bronce; 5 en el tallado de piedras para engastar, en el tallado de madera y para realizar toda clase de labor.

6 "He aquí, yo he escogido con él a Oholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. También he puesto sabiduría en el corazón de toda persona sabia de corazón, para que realicen todo lo que te he mandado: 7 el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio y el propiciatorio que está sobre ella. También todos los utensilios del tabernáculo: 8 la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro puro y todos sus utensilios, el altar del incienso, 9 el altar del holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base, 10 las vestiduras de material tejido, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón, las vestiduras de sus hijos, para servir como sacerdotes, 11 el aceite de la unción y el incienso aromático para el santuario. Lo harán conforme a todo lo que te he mandado."

El sábado como señal del pacto


12 Jehovah habló además a Moisés diciendo: 13 "Tú hablarás a los hijos de Israel y les dirás: ’Ciertamente guardaréis mis sábados, porque esto es una señal entre yo y vosotros a través de vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehovah, el que os santifico. 14 Guardaréis el sábado, porque es sagrado para vosotros; el que lo profane morirá irremisiblemente. Cualquiera que haga algún trabajo en él será excluido de en medio de su pueblo. 15 Seis días se trabajará, pero el séptimo día será sábado de reposo consagrado a Jehovah. Cualquiera que haga algún trabajo en el día del sábado morirá irremisiblemente.’

16 "Los hijos de Israel guardarán el sábado, celebrándolo como pacto perpetuo a través de sus generaciones. 17 Será señal para siempre entre yo y los hijos de Israel. Porque en seis días Jehovah hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó."

18 Y cuando acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dio a Moisés dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.


El pueblo adora un becerro de oro


32 Al ver el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, ellos se congregaron ante Aarón y le dijeron:

-Levántate, haz para nosotros dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

2 Aarón les respondió:

-Quitad los aretes de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.

3 Entonces todos los del pueblo se quitaron los aretes de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón. 4 El los recibió de sus manos e hizo un becerro de fundición, modelado a buril. Entonces dijeron:

-¡Israel, éste es tu dios que te sacó de la tierra de Egipto!

5 Al ver esto, Aarón edificó un altar delante del becerro y pregonó diciendo:

-¡Mañana habrá fiesta para Jehovah!

6 Al día siguiente madrugaron, ofrecieron holocaustos y trajeron sacrificios de paz. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó para divertirse.

Moisés intercede por su pueblo


7 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8 Se han apartado rápidamente del camino que yo les mandé. Se han hecho un becerro de fundición, lo han adorado, le han ofrecido sacrificios y han dicho: "¡Israel, éste es tu dios que te sacó de la tierra de Egipto!" 9 -Le dijo, además, a Moisés-: Yo he visto a este pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz. 10 Ahora pues, deja que se encienda mi furor contra ellos y los consuma, pero yo haré de ti una gran nación.

11 Entonces Moisés imploró el favor de Jehovah su Dios, diciendo:

-Oh Jehovah, ¿por qué se ha de encender tu furor contra tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto con gran fuerza y con mano poderosa? 12 ¿Por qué han de hablar los egipcios diciendo: "Los sacó por maldad, para matarlos sobre los montes y para exterminarlos sobre la faz de la tierra"? Desiste del ardor de tu ira y cambia de parecer en cuanto a hacer mal a tu pueblo. 13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a quienes juraste por ti mismo y les dijiste: "Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de la cual he hablado. Y ellos la tomarán como posesión para siempre."

14 Entonces Jehovah cambió de parecer en cuanto al mal que dijo que haría a su pueblo.

La ira de Moisés contra los idólatras


15 Entonces Moisés se volvió y descendió del monte trayendo en sus manos las dos tablas del testimonio, tablas escritas por ambos lados; por uno y otro lado estaban escritas. 16 Las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios, grabada sobre las tablas.

17 Al oír Josué el estruendo del pueblo que gritaba, dijo a Moisés:

-¡Estruendo de batalla hay en el campamento!

18 Pero Moisés respondió:

-No es estruendo de victoria ni estruendo de derrota. Yo escucho estruendo de cantares.

19 Aconteció que cuando llegó al campamento y vio el becerro y las danzas, la ira de Moisés se encendió, y arrojó las tablas de sus manos y las rompió al pie del monte. 20 Y tomó el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego. Luego lo molió hasta reducirlo a polvo, lo esparció sobre el agua, y lo hizo beber a los hijos de Israel. 21 Y Moisés dijo a Aarón:

-¿Qué te ha hecho este pueblo, para que hayas traído sobre él un pecado tan grande?

22 Y Aarón respondió:

-No se encienda la ira de mi señor. Tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal. 23 Ellos me dijeron: "Haz para nosotros dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido." 24 Y yo les respondí: "Los que tengan oro, que se lo quiten." Ellos me lo dieron, y lo arrojé al fuego; y salió este becerro.

Los levitas ejecutan la ira de Dios


25 Al ver que el pueblo se había desenfrenado, pues Aarón les había permitido el desenfreno, de modo que llegaron a ser una vergüenza entre sus enemigos, Moisés 26 se puso de pie a la entrada del campamento y dijo:

-¡Quien esté de parte de Jehovah únase conmigo!

Y se unieron con él todos los hijos de Leví. 27 Y él les dijo:

-Así ha dicho Jehovah, el Dios de Israel: "¡Cíñase cada uno su espada, y pasad y volved, de entrada a entrada del campamento! ¡Matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente!"

28 Entonces los hijos de Leví hicieron conforme al dicho de Moisés, y aquel día cayeron del pueblo como 3.000 hombres. 29 Entonces Moisés dijo:

-Hoy os habéis investido a vosotros mismos para Jehovah, cada uno a costa de su hijo o de su hermano, para que él os dé hoy bendición.

Jehovah se aparta del campamento


30 Al día siguiente Moisés dijo al pueblo:

-Vosotros habéis cometido un gran pecado. Pero yo subiré ahora hacia Jehovah; quizás yo pueda hacer expiación por vuestro pecado.

31 Moisés regresó a Jehovah y le dijo:

-¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado al haberse hecho dioses de oro. 32 Pero ahora perdona su pecado; y si no, por favor, bórrame de tu libro que has escrito.

33 Jehovah respondió a Moisés:

-¡Al que ha pecado contra mí, a ése lo borraré de mi libro! 34 Vuelve, pues; conduce a este pueblo al lugar que te he dicho; he aquí que mi ángel irá delante de ti. Pero en el día del castigo yo les castigaré por su pecado.

35 Y Jehovah hirió al pueblo con una plaga por lo que habían hecho con el becerro que Aarón formó.


33 Después Jehovah dijo a Moisés:

-Vé, sube de aquí, tú con el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra acerca de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: "A tus descendientes la daré." 2 Yo enviaré un ángel delante de vosotros y arrojaré a los cananeos, amorreos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos. 3 Sube a la tierra que fluye leche y miel, pero yo no subiré en medio de ti, no sea que te consuma en el camino, porque eres un pueblo de dura cerviz.

4 Al oír el pueblo esta mala noticia, ellos hicieron duelo. Ninguno se atavió con sus joyas. 5 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Di a los hijos de Israel: "Vosotros sois un pueblo de dura cerviz; si yo estuviese un solo instante en medio de vosotros, os consumiría. Ahora pues, quitaos vuestras joyas, y yo sabré qué he de hacer con vosotros."

6 Y los hijos de Israel se desprendieron de sus joyas a partir del monte Horeb.

La tienda fuera del campamento


7 Entonces Moisés tomó una tienda y la levantó fuera del campamento, a considerable distancia. A esta tienda la llamó: tienda de reunión. Y sucedía que todo el que buscaba a Jehovah, iba a la tienda de reunión que estaba fuera del campamento.

8 Cuando Moisés se dirigía a la tienda de reunión, todo el pueblo se levantaba y se ponía de pie junto a la entrada de su propia tienda. Miraban a Moisés hasta que él entraba en la tienda. 9 Cuando Moisés entraba en la tienda, la columna de nube descendía y se detenía a la entrada de la tienda; y Dios hablaba con Moisés. 10 Al ver la columna de nube, que se detenía a la entrada de la tienda, todo el pueblo se levantaba y se postraba, cada uno a la entrada de su propia tienda.

11 Entonces Jehovah hablaba a Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Después regresaba Moisés al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su ayudante, no se apartaba de la tienda.

Jehovah revela su gloria a Moisés


12 Moisés dijo a Jehovah:

-Mira, tú me dices a mí: "Saca a este pueblo." Pero tú no me has dado a conocer a quién has de enviar conmigo. Sin embargo, dices: "Yo te he conocido por tu nombre y también has hallado gracia ante mis ojos." 13 Ahora, si he hallado gracia ante tus ojos, por favor muéstrame tu camino, para que te conozca y halle gracia ante tus ojos; considera también que esta gente es tu pueblo.

14 Jehovah le dijo:

-Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

15 Y él respondió:

-Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16 ¿En qué, pues, se conocerá que he hallado gracia ante tus ojos, yo y tu pueblo? ¿No será en que tú vas con nosotros y en que yo y tu pueblo llegamos a ser diferentes de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17 Jehovah dijo a Moisés:

-También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia ante mis ojos y te he conocido por tu nombre.

18 Entonces Moisés dijo:

-Por favor, muéstrame tu gloria.

19 Y le respondió:

-Yo haré pasar toda mi bondad delante de ti y proclamaré delante de ti el nombre de Jehovah. Tendré misericordia del que tendré misericordia y me compadeceré del que me compadeceré. 20 -Dijo además-: No podrás ver mi rostro, porque ningún hombre me verá y quedará vivo. 21 -Jehovah dijo también-: He aquí hay un lugar junto a mí, y tú te colocarás sobre la peña. 22 Sucederá que cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. 23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas. Pero mi rostro no será visto.


34 Jehovah dijo, además, a Moisés:

-Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las primeras, que rompiste. 2 Prepárate para la mañana, sube de mañana al monte Sinaí y preséntate allí delante de mí sobre la cumbre del monte. 3 No suba nadie contigo, ni nadie sea visto en todo el monte. No pasten ovejas ni bueyes frente a ese monte.

4 Moisés labró dos tablas de piedra como las primeras. Y levantándose muy de mañana subió al monte Sinaí, como le mandó Jehovah, y llevó en sus manos las dos tablas de piedra. 5 Entonces descendió Jehovah en la nube, y se presentó allí a Moisés; y éste invocó el nombre de Jehovah. 6 Jehovah pasó frente a Moisés y proclamó:

-¡Jehovah, Jehovah, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad, 7 que conserva su misericordia por mil generaciones, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que de ninguna manera dará por inocente al culpable; que castiga la maldad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación.

8 Entonces Moisés se apresuró a bajar la cabeza hacia el suelo, y se postró 9 diciendo:

-Oh Señor, si he hallado gracia ante tus ojos, vaya por favor el Señor en medio de nosotros, aunque éste sea un pueblo de dura cerviz. Perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y acéptanos como tu heredad.

Moisés escribe los mandamientos


10 Jehovah le dijo:

-He aquí, yo hago un pacto frente a todo tu pueblo: Haré maravillas como nunca fueron hechas en toda la tierra y en ninguna de las naciones. Todo el pueblo, en medio del cual estás, verá la obra de Jehovah; porque algo temible haré para con vosotros. 11 Guarda lo que yo te mando hoy.

»He aquí, yo echaré de tu presencia a los amorreos, cananeos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos. 12 Guárdate, no sea que hagas alianza con los habitantes de la tierra a donde vas, de manera que eso sea de tropiezo en medio de ti. 13 Ciertamente derribaréis sus altares, romperéis sus imágenes y eliminaréis sus árboles rituales de Asera. 14 Porque no te postrarás ante otro dios, pues Jehovah, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso. 15 No sea que hagas alianza con los habitantes de aquella tierra, y cuando ellos se prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten, y tú comas de sus sacrificios; 16 o que al tomar tú sus hijas para tus hijos y al prostituirse ellas tras sus dioses, hagan que tus hijos se prostituyan tras los dioses de ellas.

17 »No te harás dioses de fundición.

18 »Guardarás la fiesta de los panes sin levadura. Siete días comerás panes sin levadura, como te he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto.

19 »Todo primerizo que abre la matriz es mío; de tu ganado consagrarás el primerizo que sea macho de vaca o de oveja. 20 Pero rescatarás con un cordero el primerizo del asno; y si no lo rescatas, le romperás la nuca. También rescatarás todo primogénito varón de tus hijos, y nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.

21 »Seis días trabajarás, pero en el séptimo día descansarás. Aun en el tiempo de la siembra y de la siega descansarás.

22 »Celebrarás la fiesta de Pentecostés, es decir, la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la cosecha a la vuelta del año. 23 Tres veces al año se presentarán todos tus hombres delante del Señor Jehovah, Dios de Israel. 24 Porque yo expulsaré las naciones de tu presencia y ensancharé tus territorios. Nadie codiciará tu tierra mientras tú vayas tres veces al año para presentarte delante de Jehovah tu Dios.

25 »No ofrecerás la sangre de mi sacrificio junto con algo que tenga levadura.

»No quedará nada del sacrificio de la fiesta de la Pascua hasta la mañana.

26 »Traerás lo mejor de las primicias de tu tierra a la casa de Jehovah tu Dios.

»No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

27 Entonces Jehovah dijo a Moisés:

-Escribe estas palabras, porque conforme a ellas he hecho pacto contigo y con Israel.

28 Moisés estuvo allí con Jehovah cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y en las tablas escribió las palabras del pacto: los diez mandamientos.

La cara de Moisés resplandece


29 Aconteció que al descender Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, Moisés no sabía que la piel de su cara resplandecía por haber estado hablando con Dios. 30 Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí que la piel de su cara era resplandeciente, y temieron acercarse a él.

31 Moisés los llamó. Entonces Aarón y todos los jefes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló. 32 Después de esto, se acercaron todos los hijos de Israel, y Moisés les mandó todas las cosas que Jehovah le había dicho en el monte Sinaí.

33 Y cuando Moisés terminó de hablar con ellos, puso un velo sobre su cara. 34 Cuando entraba a la presencia de Jehovah para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Entonces cuando salía, hablaba con los hijos de Israel lo que él le mandaba. 35 Al ver los hijos de Israel que la piel de su cara resplandecía, Moisés volvía a poner el velo sobre su cara, hasta que entraba para hablar con Jehovah.


Moisés reafirma la ley del sábado


35 Moisés hizo reunir a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: "Estas son las cosas que Jehovah ha mandado que hagáis: 2 ’Seis días se trabajará; pero el séptimo día os será sagrado, sábado de reposo consagrado a Jehovah. Cualquiera que haga algún trabajo en él morirá. 3 No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de sábado.’ "

Llamado para levantar el tabernáculo


4 Moisés habló a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: "Esto es lo que Jehovah ha mandado: 5 ’Tomad de entre vosotros una ofrenda para Jehovah. Todo hombre de corazón generoso traiga una ofrenda para Jehovah: oro, plata, bronce, 6 material azul, púrpura, carmesí, lino, pelo de cabra, 7 pieles de carnero teñidas de rojo, pieles finas, madera de acacia, 8 aceite para la iluminación, especias aromáticas para el aceite de la unción y para el incienso aromático, 9 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.

10 " ’Todo hombre que entre vosotros sea sabio de corazón venga y haga todas las cosas que Jehovah ha mandado: 11 el tabernáculo, su tienda, su cubierta, sus ganchos, sus tablones, sus travesaños, sus pilares y sus bases; 12 el arca y sus varas, el propiciatorio y el velo de protección; 13 la mesa y sus varas, todos sus utensilios y el pan de la Presencia; 14 el candelabro para la iluminación y sus utensilios, sus lámparas y el aceite para la iluminación; 15 el altar del incienso y sus varas; el aceite de la unción y el incienso aromático; la cortina de la puerta para la entrada del tabernáculo; 16 el altar del holocausto, su rejilla de bronce, sus varas y todos sus utensilios; la fuente y su base; 17 las mamparas del atrio, sus pilares, sus bases y la cortina de la entrada del atrio; 18 las estacas del tabernáculo, las estacas del atrio y sus cuerdas; 19 las vestiduras de material tejido, para servir en el santuario, las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos, para servir como sacerdotes.’ "

Ofrenda para el tabernáculo


20 Entonces toda la congregación de los hijos de Israel salió de la presencia de Jehovah. 21 Y todo aquel a quien le impulsó su corazón y todo aquel a quien su espíritu le movió a la generosidad trajeron la ofrenda de Jehovah, para la obra del tabernáculo de reunión, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. 22 Tanto hombres como mujeres, toda persona de corazón generoso vino trayendo prendedores, aretes, anillos, collares y toda clase de objetos de oro. Todos presentaron a Jehovah una ofrenda de oro. 23 Todos los que poseían material azul, púrpura, carmesí, lino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y pieles finas, los trajeron. 24 Todos los que hicieron ofrenda de plata o de bronce trajeron la ofrenda para Jehovah. Todos los que tenían madera de acacia la trajeron para la labor de la obra.

25 Además, todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos y traían lo hilado: material azul, púrpura, carmesí y lino. 26 Todas las mujeres cuyo corazón les impulsó con sabiduría tejieron pelo de cabra.

27 Los jefes trajeron piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral. 28 También trajeron las especias aromáticas y el aceite para la iluminación, para la unción y para el incienso aromático.

29 Los hijos de Israel, todos los hombres y mujeres cuyo corazón les movió a la generosidad para ofrendar para toda la obra que Jehovah había mandado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una ofrenda voluntaria a Jehovah.

Artesanos a cargo del tabernáculo


30 Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel:

-Mirad, Jehovah ha llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, 31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, 32 para hacer diseños artísticos y para trabajar en oro, plata y bronce, 33 en el tallado de piedras para engastar, en el tallado de madera y para realizar toda clase de labor artística. 34 El ha puesto en su corazón la capacidad para enseñar, tanto él como Oholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. 35 Los ha llenado con sabiduría de corazón para realizar toda obra de artesano, diseñador y bordador de material azul, púrpura, carmesí y lino, y de tejedor; para que realicen toda labor y hagan diseños artísticos.


36 »Bezaleel, Oholiab y todos los sabios de corazón en quienes Jehovah ha puesto sabiduría y entendimiento para saber hacer toda la obra de la construcción del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehovah.

2 Entonces llamó Moisés a Bezaleel, a Oholiab y a todo hombre sabio de corazón en cuyo corazón Jehovah había puesto sabiduría, y todos aquellos cuyo corazón les impulsó para acercarse y llevar a cabo la obra. 3 Y ellos tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído, para que se llevara a cabo la obra de la construcción del santuario.

Como el pueblo continuaba trayendo ofrenda voluntaria cada mañana, 4 todos los maestros que hacían toda la obra del santuario dejaron cada uno su trabajo 5 y hablaron con Moisés diciendo:

-El pueblo trae mucho más de lo necesario para llevar a cabo la obra que Jehovah ha mandado que se haga.

6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo:

-Nadie, hombre o mujer, haga nada más como ofrenda para el santuario.

Así se le impidió al pueblo seguir trayendo; 7 pues ya había material suficiente para hacer toda la obra, y aun sobraba.

Las piezas del tabernáculo


8 Todos los sabios de corazón de entre los encargados de la obra hicieron el tabernáculo con diez tapices de lino torcido, de material azul, de púrpura y de carmesí. Y los hizo con querubines, obra de fina artesanía. 9 Cada tapiz era de 28 codos de largo y de 4 codos de ancho. Todos los tapices tenían la misma medida. 10 El unió cinco tapices el uno con el otro; y también unió los otros cinco tapices el uno con el otro. 11 También hizo lazos de material azul en la orilla del tapiz del extremo, en una unión. Lo mismo hizo en la orilla del otro tapiz del extremo, en la otra unión. 12 Hizo cincuenta lazos en un tapiz, e hizo cincuenta lazos en la orilla del tapiz de la otra unión, estando los lazos contrapuestos, uno frente al otro. 13 Hizo también cincuenta ganchos de oro con los cuales unió los tapices el uno con el otro, de manera que el tabernáculo formó un solo conjunto.

14 Hizo también tapices de pelo de cabra para la tienda que está sobre el tabernáculo, once tapices en total. 15 Cada tapiz era de 30 codos de largo y de 4 codos de ancho. Los once tapices tenían la misma medida. 16 Unió cinco tapices en un conjunto, y seis tapices en el otro conjunto. 17 Hizo también cincuenta lazos en la orilla del tapiz del extremo, en la primera unión; y cincuenta lazos en la orilla del otro tapiz, en la segunda unión. 18 Hizo también cincuenta ganchos de bronce para unir la tienda, de manera que formara un solo conjunto.

19 Hizo para el tabernáculo una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, y sobre ésta puso una cubierta de pieles finas.

20 Hizo también para el tabernáculo los tablones de madera de acacia, para estar puestos de manera vertical. 21 Cada tablón era de 10 codos de largo y de un codo y medio de ancho. 22 Cada tablón tenía dos espigas para ser trabadas una con otra. Así hizo para todos los tablones del tabernáculo. 23 Hizo, pues, los tablones para el tabernáculo, veinte tablones para el lado sur. 24 Hizo también cuarenta bases de plata debajo de los veinte tablones: dos bases debajo de un tablón para sus dos espigas, y dos bases debajo de otro tablón para sus dos espigas. 25 Y para el otro lado, el lado norte del tabernáculo, hizo veinte tablones, 26 con sus cuarenta bases de plata: dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón. 27 Hizo seis tablones para el lado posterior del tabernáculo, al occidente. 28 Para las esquinas del tabernáculo, en los dos extremos posteriores, hizo dos tablones, 29 los cuales estaban unidos por abajo y unidos por arriba con un aro. Así hizo con los dos en las dos esquinas. 30 Eran, pues, ocho tablones con sus bases de plata, dieciséis bases; dos bases debajo de cada tablón.

31 Hizo también los travesaños de madera de acacia: cinco para los tablones de un lado del tabernáculo, 32 cinco travesaños para los tablones del otro lado del tabernáculo, y cinco travesaños para los tablones del lado posterior del tabernáculo, al occidente. 33 Hizo que el travesaño del centro pasase por la mitad de los tablones, de un extremo al otro extremo. 34 Recubrió de oro los tablones; y también hizo de oro los aros en los cuales se habían de meter los travesaños. También recubrió de oro los travesaños.

35 Hizo también el velo de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido. Y los hizo con querubines, obra de fina artesanía. 36 Para el velo hizo cuatro pilares de madera de acacia y los recubrió de oro. Sus ganchos eran de oro, y fundió para ellos cuatro bases de plata. 37 Hizo también la cortina para la entrada del tabernáculo, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, obra de bordador. 38 También hizo sus cinco pilares y sus ganchos. Recubrió de oro la parte superior de sus columnas y sus bandas, y sus cinco bases eran de bronce.


El arca del testimonio


37 Bezaleel hizo también el arca de madera de acacia. Era de dos codos y medio de largo, de un codo y medio de ancho y de un codo y medio de alto. 2 La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le hizo una moldura de oro alrededor. 3 Le hizo, además, cuatro aros de oro fundido para sus cuatro patas: dos aros a un lado de ella, y dos aros al otro lado. 4 También hizo las varas de madera de acacia y las recubrió de oro. 5 Y metió las varas por los aros a los lados del arca, para llevar el arca.

El propiciatorio


6 Hizo también el propiciatorio de oro puro. Era de dos codos y medio de largo y de un codo y medio de ancho. 7 También hizo los dos querubines; de oro modelado a martillo los hizo en los dos extremos del propiciatorio. 8 Un querubín estaba en un extremo, y el otro querubín en el otro extremo. De una sola pieza con el propiciatorio hizo los querubines en sus dos extremos. 9 Los querubines extendían las alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio. Sus caras estaban una frente a la otra; las caras de los querubines estaban mirando hacia el propiciatorio.

La mesa de la Presencia


10 Hizo también la mesa de madera de acacia. Era de dos codos de largo, de un codo de ancho y de un codo y medio de alto. 11 La recubrió de oro puro y le hizo una moldura de oro alrededor. 12 Le hizo también un marco alrededor, de un palmo menor de ancho, y al marco le hizo una moldura de oro alrededor. 13 Le hizo cuatro aros de oro fundido y los puso en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 14 Próximos al marco estaban los aros donde se colocaban las varas para llevar la mesa.

15 Hizo también las varas de madera de acacia, para llevar la mesa, y las recubrió de oro. 16 También hizo de oro puro los utensilios que habrían de estar sobre la mesa: sus platos, sus cucharas, sus tazones y sus vasijas para hacer la libación.

El candelabro de oro


17 Hizo también el candelabro de oro puro modelado a martillo. El candelabro con su base, su tallo, sus cálices, sus botones y sus flores era de una sola pieza. 18 Seis brazos salían de sus lados: tres brazos del candelabro de un lado, y tres brazos del candelabro del otro lado. 19 En un brazo había tres cálices en forma de botón y flor de almendro, y en su otro brazo había tres cálices en forma de botón y flor de almendro; así en los seis brazos que salían del candelabro. 20 En el tallo del candelabro había cuatro cálices en forma de flor de almendro, con sus botones y sus flores. 21 Había un botón debajo de dos brazos del mismo, otro botón debajo de otros dos brazos del mismo, y otro botón debajo de los otros dos brazos del mismo; así con los seis brazos que salían de él. 22 Sus botones y sus brazos eran de una sola pieza con él; todo era una pieza de oro puro modelado a martillo.

23 Hizo también de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y sus platillos. 24 Hizo el candelabro y todos sus accesorios de un talento de oro puro.

El altar del incienso


25 Hizo también de madera de acacia el altar del incienso. Era cuadrado, de un codo de largo, de un codo de ancho y de dos codos de alto. Sus cuernos estaban hechos de la misma pieza. 26 Lo recubrió de oro puro, tanto su cubierta como sus paredes alrededor y sus cuernos. Le hizo alrededor una moldura de oro. 27 También hizo dos aros de oro debajo de su moldura en sus dos costados, en sus dos lados, donde se colocaban las varas con que sería transportado. 28 Hizo las varas de madera de acacia y las recubrió de oro.

29 Hizo también el aceite de la santa unción y el incienso aromático puro, obra de perfumador.


El altar del holocausto


38 Hizo también el altar del holocausto de madera de acacia. Era cuadrado, de 5 codos de largo, de 5 codos de ancho y de 3 codos de alto. 2 Le hizo cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos eran de una misma pieza. Y los recubrió de bronce. 3 También hizo todos los utensilios del altar: bandejas, palas, tazones para la aspersión, tenedores y baldes. Hizo de bronce todos sus utensilios. 4 También hizo para el altar la rejilla de bronce, en forma de red, que puso por debajo del borde del altar, hasta la mitad del altar. 5 También hizo de bronce fundido cuatro aros en los cuatro extremos de la rejilla de bronce, donde se colocaban las varas.

6 Hizo también las varas de madera de acacia y las recubrió de bronce. 7 Metió las varas por los aros de los lados del altar, para transportarlo con ellas. El altar era hueco, hecho de tablas.

La fuente de bronce


8 Hizo también la fuente de bronce con su base de bronce, de los espejos de las mujeres que prestaban servicio a la entrada del tabernáculo de reunión.

El atrio del tabernáculo


9 Hizo también el atrio. En el lado sur el atrio tenía mamparas de lino torcido a lo largo de 100 codos. 10 Sus veinte pilares con sus veinte bases eran de bronce. Los ganchos de los pilares y sus bandas eran de plata. 11 El lado norte también tenía 100 codos. Sus veinte pilares con sus veinte bases eran de bronce. Los ganchos de los pilares y sus bandas eran de plata. 12 El lado occidental tenía 50 codos de mamparas con sus diez pilares y sus diez bases. Los ganchos de los pilares y sus bandas eran de plata. 13 Al frente, es decir, al este, también tenía 50 codos. 14 A un lado había 15 codos de mamparas con sus tres pilares y sus tres bases; 15 asimismo al otro lado. A uno y a otro lado de la entrada del atrio había 15 codos de mamparas con sus tres pilares y sus bases. 16 Todas las mamparas alrededor del atrio eran de lino torcido; 17 y las bases de los pilares, de bronce. Los ganchos de los pilares y sus bandas eran de plata. Los capiteles de sus pilares también estaban recubiertos de plata, y todos los pilares del atrio tenían bandas de plata.

18 La cortina de la entrada del atrio era obra de bordador hecha de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido. Tenía 20 codos de largo por 5 codos de alto, como las mamparas del atrio. 19 Sus cuatro pilares con sus cuatro bases eran de bronce. Sus ganchos eran de plata, y el revestimiento de sus capiteles y sus bandas era de plata. 20 Todas las estacas del tabernáculo y del atrio alrededor eran de bronce.

Suma de los materiales usados


21 Estas son las cantidades de materiales usados para el tabernáculo, el tabernáculo del testimonio, que por orden de Moisés fueron escritas en un registro por los levitas, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

22 Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todo lo que Jehovah había mandado a Moisés, 23 junto con Oholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, quien era artífice, diseñador y bordador en material azul, en púrpura, en carmesí y en lino.

24 Todo el oro empleado en la obra, en toda la obra del santuario, era oro de la ofrenda, y fue 29 talentos y 730 siclos, según el siclo del santuario. 25 La plata de los inscritos de la asamblea fue de 100 talentos y 1.775 siclos, según el siclo del santuario. 26 Esto representaba el medio por persona, es decir, el medio siclo, según el siclo del santuario, de todos los contados de veinte años para arriba, los cuales fueron 603.550. 27 Los 100 talentos de plata fueron fundidos para hacer las bases del santuario y las bases del velo, 100 bases por 100 talentos, un talento por base. 28 De los 1.775 siclos hizo los ganchos de los pilares, revistió sus capiteles y les puso sus bandas.

29 El bronce de la ofrenda fue 70 talentos y 2.400 siclos. 30 Con él hizo las bases de la entrada del tabernáculo de reunión, el altar de bronce y su rejilla de bronce; todos los utensilios del altar, 31 las bases del atrio alrededor, las bases de la entrada del atrio, todas las estacas del tabernáculo y todas las estacas del atrio alrededor.


El efod


39 Hicieron las vestiduras tejidas de material azul, de púrpura y de carmesí, para servir en el santuario. Hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como Jehovah había mandado a Moisés.

2 Hicieron el efod de oro, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido. 3 Extendieron láminas de oro e hicieron hilos para tejerlos junto con el material azul, la púrpura, el carmesí y el lino, obra de fina artesanía. 4 Le hicieron hombreras que se juntaban sobre él en sus dos extremos, para poderse unir. 5 Su ceñidor para ajustar el efod, el cual está sobre éste, era de la misma hechura y de los mismos materiales: oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, como Jehovah había mandado a Moisés. 6 Labraron las piedras de ónice con engastes de oro alrededor. Fueron grabadas con grabadura de sello, con los nombres de los hijos de Israel. 7 Y las pusieron sobre las hombreras del efod, como piedras memoriales para los hijos de Israel, como Jehovah había mandado a Moisés.

El pectoral del juicio


8 Hicieron también el pectoral, obra de fina artesanía como la hechura del efod: de oro, de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido. 9 Era cuadrado y plegado; hicieron el pectoral de un palmo de largo y de un palmo de ancho, plegado. 10 Engastaron en él cuatro hileras de piedras: La primera hilera tenía un rubí, un topacio y un berilo. 11 La segunda hilera tenía una turquesa, un zafiro y un diamante. 12 La tercera hilera tenía un jacinto, un ágata y una amatista. 13 La cuarta hilera tenía un crisólito, un ónice y un jaspe. Estas piedras estaban montadas en engastes de oro. 14 Estas piedras correspondían a los nombres de los hijos de Israel; eran doce como sus nombres. Correspondían a las doce tribus, como grabaduras de sello, cada una con su nombre.

15 Hicieron también sobre el pectoral las cadenillas trenzadas como cordón, de oro puro. 16 Asimismo, hicieron los dos engastes de oro y los dos anillos de oro, y pusieron los anillos en los dos extremos del pectoral. 17 Metieron los dos cordones de oro en los dos anillos en los extremos del pectoral, 18 y fijaron los dos extremos de los dos cordones en los dos engastes y los fijaron sobre las hombreras del efod, en su parte delantera.

19 Hicieron otros dos anillos de oro que pusieron en los dos extremos del pectoral, en el borde que está al lado interior del efod. 20 Hicieron otros dos anillos de oro y los fijaron en la parte inferior de las dos hombreras del efod, en su parte delantera, frente a su unión sobre el ceñidor del efod. 21 Después ataron el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón azul, para que estuviese sobre el ceñidor del efod y para que el pectoral no se desprendiese del efod, como Jehovah había mandado a Moisés.

La túnica del efod


22 Hizo también la túnica del efod, obra de tejedor, toda de material azul. 23 La túnica tenía una abertura en medio de ella como abertura de coraza de cuero, con un borde alrededor de la abertura, para que no se rompiera. 24 En los bordes inferiores de la túnica hicieron las granadas de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido. 25 También hicieron las campanillas de oro puro, y las pusieron entre las granadas alrededor de los bordes de la túnica: 26 campanilla y granada, luego campanilla y granada, alrededor de los bordes de la túnica, para servir, como Jehovah había mandado a Moisés.

Otras vestiduras sacerdotales


27 También hicieron para Aarón y sus hijos el vestido de lino, obra de tejedor. 28 Hicieron de lino el turbante y los adornos de los otros turbantes. Y los pantalones fueron hechos de lino torcido. 29 También el cinturón era de lino torcido, de material azul, de púrpura y de carmesí, obra de bordador, como Jehovah había mandado a Moisés.

30 Asimismo, hicieron de oro puro una lámina en forma de flor para la diadema sagrada, y con grabadura de sello inscribieron en ella: "Consagrado a Jehovah." 31 Sobre ella pusieron un cordón azul, para colocarla en alto sobre el turbante, como Jehovah había mandado a Moisés.

Los artesanos presentan su labor


32 Así fue acabada toda la obra de la morada, el tabernáculo de reunión. Los hijos de Israel hicieron conforme a todo lo que Jehovah había mandado a Moisés; así lo hicieron. 33 Llevaron a Moisés el tabernáculo, la tienda y todos sus accesorios: sus ganchos, sus tablones, sus travesaños, sus pilares, sus bases, 34 la cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, la cubierta de pieles finas, el velo de separación; 35 el arca del testimonio, sus varas y el propiciatorio; 36 la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia; 37 el candelabro de oro puro, su hilera de lámparas y todos sus utensilios; el aceite para la iluminación; 38 el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina de la entrada del tabernáculo; 39 el altar de bronce con su rejilla de bronce, sus varas y todos sus utensilios; la fuente y su base, 40 las mamparas del atrio, sus pilares, sus bases, la cortina de la entrada del atrio, sus cuerdas, sus estacas y todos los utensilios para el servicio en la morada, el tabernáculo de reunión; 41 las vestiduras de material tejido, para servir en el santuario, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos, para servir como sacerdotes. 42 Los hijos de Israel hicieron todo el trabajo conforme a todo lo que Jehovah había mandado a Moisés.

43 Moisés vio toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehovah había mandado; así la habían hecho. Y Moisés los bendijo.


Moisés erige el tabernáculo


40 Jehovah habló a Moisés diciendo: 2 "El primer día del mes primero harás levantar la morada, el tabernáculo de reunión. 3 Pondrás allí el arca del testimonio y la cubrirás con el velo. 4 Meterás la mesa y la pondrás en orden. Meterás también el candelabro y encenderás sus lámparas. 5 Pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina a la entrada del tabernáculo.

6 "Después pondrás el altar del holocausto delante de la entrada de la morada, el tabernáculo de reunión. 7 Colocarás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás agua en ella. 8 Finalmente pondrás el atrio alrededor y la cortina a la entrada del atrio.

9 "Luego tomarás el aceite de la unción, y ungirás el tabernáculo y todo lo que está en él. Así lo consagrarás junto con todos sus utensilios, y será santo. 10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios. Así consagrarás el altar, y el altar será santísimo. 11 Asimismo, ungirás la fuente y su base, y la consagrarás.

12 "Después harás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 13 Vestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, lo ungirás y lo consagrarás, para que me sirva como sacerdote. 14 Luego harás que sus hijos se acerquen, los vestirás con las vestiduras 15 y los ungirás como ungiste a su padre. Así me servirán como sacerdotes. Su unción les servirá para un sacerdocio perpetuo a través de sus generaciones."

16 Moisés hizo conforme a todo lo que Jehovah le había mandado; así lo hizo. 17 Y el tabernáculo fue levantado el primer día del mes primero del segundo año. 18 Moisés hizo levantar el tabernáculo y asentó sus bases, puso sus tablones, colocó sus travesaños, levantó sus pilares, 19 extendió la tienda sobre el tabernáculo y colocó la cubierta encima del tabernáculo, como Jehovah había mandado a Moisés.

20 Después tomó el testimonio y lo puso dentro del arca. Colocó las varas en el arca, y encima de ella puso el propiciatorio. 21 Introdujo el arca en el tabernáculo, puso el velo de protección y cubrió el arca del testimonio, como Jehovah había mandado a Moisés.

22 Después puso la mesa en el tabernáculo de reunión, en el lado norte del tabernáculo, fuera del velo. 23 Colocó sobre ella en orden el pan delante de Jehovah, como Jehovah había mandado a Moisés.

24 Colocó el candelabro en el tabernáculo de reunión, frente a la mesa, en el lado sur del tabernáculo. 25 Luego encendió las lámparas delante de Jehovah, como Jehovah había mandado a Moisés.

26 Luego colocó el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo. 27 Y quemó sobre él incienso aromático, como Jehovah había mandado a Moisés.

28 Puso, asimismo, la cortina a la entrada del tabernáculo. 29 Colocó el altar del holocausto a la entrada de la morada, el tabernáculo de reunión, y sobre él ofreció el holocausto y la ofrenda vegetal, como Jehovah había mandado a Moisés.

30 Colocó la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y puso en ella agua para lavarse. 31 Moisés, Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies. 32 Cuando entraban en el tabernáculo de reunión y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Jehovah había mandado a Moisés.

33 Finalmente, hizo levantar el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Y así Moisés acabó la obra.

La gloria de Dios cubre el tabernáculo


34 Entonces la nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehovah llenó la morada. 35 Moisés no podía entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehovah había llenado la morada.

36 En todas sus etapas, cuando la nube se levantaba del tabernáculo, los hijos de Israel partían; 37 pero si la nube no se levantaba, no partían hasta el día en que ella se levantaba. 38 Porque en todas sus etapas, la nube de Jehovah estaba de día sobre el tabernáculo; y el fuego estaba allí de noche, a la vista de toda la casa de Israel.


Reina-Valera Actualizada, 1989.